[Casa del Príncipe] Nuevo Retrato (Diego)

Josua te observa desde un ángulo y del otro, midiendo perspectivas, haciendo rápidos bocetos y otras cosas de artista que probablemente no tienes mucha idea pero se ve muy profesional. Y no sólo eso, sino que lo hacia con una gracia y precisión, en cada uno de sus desplazamientos y trazos, que definitivamente no se ven para nada humanos.

Era increíble pero luego de varios minutos y entre la charla, el Toreador ya tenía un par de bosquejos incompletos y otros más descartados, de diferentes ángulos, pero no se lo notaba conforme con ninguno. Había algo que le faltaba, y no estaba muy seguro de qué... Hasta que recae en tus últimas palabras.

- Momento... Decías que... ¿No eres capaz de manifestar su Presencia? - Te pregunta, sorprendido y agraviado, concluyendo un poco tarde en que a eso te referías mientras él hacía sus trabajos preliminares. Y tal vez era esa la inspiración que le faltaba a su obra maestra.

- No puede ser, Diego. Todos nosotros nacemos con esa chispa, que nos distingue de los demás. Tu clan sobretodo. Y hasta los Brujah... Es algo natural.- Mencionando a estos últimos con algo de desprecio, pero no menos preocupado por tu situación. No parecía caber en su cabeza la existencia de un Sangre Azul incapaz de usar Presencia.

Josua te observa y analiza, un largo rato. Notas que sus ojos parecen penetrar mucho más allá de tu simple apariencia.

- Te equivocas, Diego. Puedo verlo en lo más profundo de ti. - Concluye observador. No se oían como palabras de ánimo, cuando el Toreador se ponía serio parecía ser capaz de razonar muy objetivamente.

- No es algo que tengas que descifrar, ni entender. Las emociones no tienen ningún sentido, al igual que esta no-vida... Simplemente debes sentirlo... Y exaltarlo. - Te explica, apasionado, casi dramático. - Es la única forma de transmitirle a este cuadro, quién es el verdadero Diego. - Remata, con mayor emoción, ya que obviamente todo sea por su obra maestra.

Te esfuerzas, te concentras, te enfocas, dejas tu mente en blanco y por un instante... Sientes algo. Algo que nunca emanaste antes. Pero cuando lo notas, como un flash, la sensación desaparece. No estás muy seguro de cómo lo hiciste, o qué hiciste exactamente... Si es que lograste algo realmente. Pero la evidencia estaba en la expresión sonriente de Josua, quién parecía haber encontrado lo que tanto buscaba en ti.

Sin decir nada, el joven artista tomó con velocidad un nuevo lienzo y se colocó sin dudar en el ángulo perfecto, para comenzar a obrar con mayor entusiasmo y atracción hacia tu intimidante imagen. Incluso aunque fuesen unos segundos su capacidad de observación fue tal que no necesitó más para inspirar tu imagen, y comenzar a pintar con una destreza y velocidad que sólo la Celeridad de su clan podía permitirle.

Pasaron unos diez a quince minutos de suma concentración y movimiento, hasta que el Toreador cesó como exhausto, agitado, o más bien hambriento. - Perfecto Diego, ya tengo en mi cabeza la imagen que necesito. Dame unas noches y le daré los toques finales. Estoy seguro que te encantará. - Sonríe agotado mentalmente, y suponiendo que tú también lo estabas después de todo esto.

Estaban muy bien dibujados y captaban con realismo tu imagen aunque todavía era falto del color y la emocion que recuerdas en sus otras obras.

- Tal vez tú no lo hayas visto, pero yo sí. Cuando veas la pintura terminada estoy seguro de que tú también lo verás. - Sonríe Josua, seguro de que ver la imagen de lo que Diego podía llegar a ser, lo ayudaría a evocarlo por su propia cuenta.

Josua arquea una ceja, y los mira sin mucho interés. No parecía ser nada que le volara la cabeza, ni que reconociera como una obra famosa, por su cara.

- Ni idea... ¿Se supone que sea una obra conocida? - Niega lentamente mientras la mira, altanero.

- ¿Bram Murnau? No estoy muy seguro... - Piensa en voz alta mientras hace un esfuerzo por recordar, su mirada perdido en lo alto.

Mas tu último comentario lo toma un poco desprevenido, y llama un más su atención que las aburridas pinturas que le habías mostrado. - ¿Lo están buscando? No me digas que alguien le ha hecho ver más de lo que debía... - Pregunta, muy intrigado e interesado por el giro que le diste al relato.

Josua te escucha cruzándose de brazos y arqueando levemente una ceja.

- Bueno, a todos los artistas nos gusta llamar la atención. Que yo sepa ninguno de nosotros se hace llamar así ¿Pero sabes quién puede llegar a saber algo? A Julia y Karen les gusta mucho coleccionar y cazar artistas por ahí. Tal vez alguna de ellas lo reconozca. - Te propone, queriendo ayudarte, más intrigado por el curioso desenlace que podría tener todo esto.

- Ehmm... - Medita, apoyando su mano en el mentón mientras piensa y recuerda.

- Y... No tengo idea de dónde viven. Que yo sepa Karen es la dueña del Bourbon, pero no sé si siempre estará ahí. Me parece que Julia tampoco es de salir mucho. - Se rasca un poco la cabeza, no parecía tener tanto trato con ellas. - Si me las llego a cruzar en algún Eliseo si quieres les aviso. - Ofrece cordialmente para no parecer tan inútil.

- No me extrañaría... Esa mujer es el mismo demonio. A mi me da escalofríos con tan sólo verla. - Te confiesa como en voz baja, pese a que estaban solos en una habitación lo suficientemente aislada. Obvio, confiaba en que no le contases que estaba hablando mal de ella. Era evidente que le temía.

- No sé mucho, realmente. Escuché que es bastante anciana. Pero siempre que puedo intento evitarla. A los más jóvenes nos trata como basura... Tienes suerte de que al menos esté de tu lado. - Asumiendo que como compartían clan y era tu Primogénita, te cuidaría.