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Post by Eva Saigner on Dec 7, 2019 17:38:13 GMT -3
Larry Flynt's Hustler Club ] Dirección: 225 Bourbon St Larry Flint’s Hustler Club es más que un club de strip tease: es una institución, conocido por sus esculturales y afectuosas mujeres, por el gran servicio y por su elegante estilo propio. The Hustler Club sirve un exclusivo licor elaborado en el local, pero también cervezas de importación y Champagnes deliciosamente fríos. El club tiene tres bares en total, uno en cada una de sus dos plantas, y uno junto al patio, y también cuatro escenarios independientes, entre los que destacan el principal, en la planta baja, y el que está cubierto de espejos en la planta superior. También hay una sala VIP, que incluye una chimenea y sofás, y la Sala Champagne, que incluye veinte cubículos para bailes privados.
Tras completar mis rituales habituales, salí para cazar. Yo empecé a ganarme mi propio sustento con catorce años, no voy a empezar ahora a flojear.
Sé que debería volver a la Capilla y continuar con mis estudios, pero ahora he decidido darle una sorpresa a Joseph y hacerle una propuesta, a ver por dónde me sale. Mis pasos me guían seguros por Bourbon street y termino buscándole en el Larry Flint's. Por un momento, allí, frente a la puerta, me siento un poco como si fuera una mujer celosa tratando de pillar a su infiel marido en medio de su adulterio. Por suerte, no son los celos, sino los negocios, los que me traen a este lugar. No es ninguna sorpresa ver a Joe apoyado junto a la puerta del reservado ViP. Como si fuera la protagonista de un anuncio de perfume, empiezo a jugar con la cremallera del vestido de cuero negro que visto. Joe finge que no me ve, pero Little Joe me dice otra cosa. Sonriente, subo las escaleras, contoneándome, sabiendo que Joe me está radiografiando el culo con los ojos. Al entrar en la sala, una muchacha de unos, supuestamente, 21 años, aparta sus visiblemente operados senos de la cara babeante de mi aliado y, quien sabe, tal vez pronto también mi benefactor. La muchacha, alterada, supongo que cree que soy su mujer, busca con la mirada el sujetador rojo de una talla E al menos, que cuelga del brazo de uno de los sofás, junto a la chimenea. Joseph busca con mirada asesina al intruso, pero, al ver que soy yo se relaja. - Señorita, yo en su lugar no pararía ahora, este viejo verde es un tacaño, y no te pagará si no terminas con el "especial de la casa".
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Zero
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Post by Zero on Dec 8, 2019 17:02:57 GMT -3
Si abres escena nueva no olvides etiquetarme, que a veces no las veo. - Relájate, primor. El especial puede esperar un poco. En seguida vuelvo contigo. - Guiñándole el ojo a quién seguro era una de tantas putas más, mientras el gordo aprovechaba para darle otra calada a su abano cubano. Ya le habían interrumpido, así que qué rayos. Pero había prometido un encuentro y era un hombre de palabra. - ¿Qué cuentas, querida? Más vale sea importante... - Te recibe relativamente de buen humor y con su típica sonrisa corrupta, sin despegarse de su hundido sillón mientras escupe el humo dulcemente odorizado, con cara de '¿No ves que estaba ocupado?'
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Post by Eva Saigner on Dec 8, 2019 18:30:50 GMT -3
Lo haré con gusto, a partir de ahora
Miro a la muchacha con una franca sonrisa, ver las dudas en su cara preguntándose si soy su mujer u otra striper que le ha levantado el cliente me resulta de lo más divertido. Pero, por alguna razón, hay algo en ella que me despierta la líbido. ¿La líbido? No, seguro que es su aroma a niña, tiene que ser hambre. Espero pacientemente a que ella se aleje, bajando las escaleras, y seguro que más de uno agradece que la niña se deje olvidado el sostén aquí. - Bueno, he venido por lo de siempre, por negocios.
Me quedo mirando su puro y pierdo intencionadamente el hilo.
- Estoy segura que el que te vendió esos habanos te dijo que estaban enrollados junto al chochito de una mulatita joven y bien formada, pero casi puedo garantizarte que ése lo enrolló una negra de al menos sesenta primaveras, y de cuyo ... sexo, por darle un nombre a semejante monstruosidad, ha salido el quinto regimiento a las órdenes de Castro. Le doy un momento para que visualice la imagen y apague el puro. Sé que es placentero para mí amargarle sus placeres, pero empiezo a pensar que a él le gusta también.
- Necesito una clínica estética, no muy grande. Estoy dispuesta a pagar algo de sobrecoste, pero no más del 15%. Me preguntaba si, dadas tus "grandes dotes" -digo, enfatizando- como negociador podrías convencer a algún propietario de que me la venda.
- Como me siento generosa, podrás operarte gratis la cara cada vez que te detenga el FBI, para que no te reconozcan, pero los alargamientos de micro-pene, ésos te los pagas -digo volviendo al tono habitual de nuestras conversaciones-.
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Zero
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Post by Zero on Dec 10, 2019 10:35:37 GMT -3
- ¿Siempre tan ambiciosa, eh? - Mirándote de pies a cabeza con una sonrisa casi perversa mientras soltaba su abano junto con una última calada más dirigida hacia ti, devolviéndote el desagrado. - Bueno, no te vendría mal querida. Parece que no has dormido en meses. - Suelta con humor y una carcajada pausada y exagerada, típica de cuarentón ebrio. Como si él no tuviera sus ojeras de viejo corrupto.
Luego se distrae un poco en la vista, su abano nuevamente, aún con esa imagen extraña que tenía en la cabeza, mientras se imaginaba la situación.
- Es... Algo bizarro. Pero puede arreglarse. - Sonríe. Sería la primera vez que apurarían a alguien en una clínica, por más que fuese privada. Luego se te acerca, a una distancia de susurro, con sus ojos entrecerrados y una fría sonrisa. - Siempre y cuando no olvides que te hicimos un favor. - Añade en voz baja y tono perverso. Eran los códigos de la mafia y probablemente Eva ya lo sabía.
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Post by Eva Saigner on Dec 11, 2019 17:27:58 GMT -3
Su alusión a mi aspecto me molesta, pero lo oculto, y no hace sino recordarme el por qué necesito la clínica en cuestión.
- Así será, os deberé un favor, y un favor que pagaré con amor y agradecimiento... o aquello que me pidas, pero siempre y cuando no intentes sellar el acuerdo con un beso -digo, jugando con el doble sentido de que intente propasarte o una promesa de que sería ejecutada, pero manteniendo el gesto y el tono burlón de la conversación-.
- Cuando tengas el nombre del vendedor, envíame la información en un sobre a mi nombre a Lucy's Bookstore.
- Y, por cierto, ¿sabes quién o quienes controlan el puerto? Tengo entendido que se dedican al tráfico de personas, la prostitución y drogas, tal vez también armas, y estorsionan cuando tienen ocasión. Si te enteras de algo, agradecería la información como un favor personal, pero ten cuidado, esa gente es dura y no quiero enterrarte antes de tiempo. Hay que darle tiempo a la Viagra para que te destruya la patata -digo, guiñándole un ojo-.
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Zero
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Post by Zero on Dec 12, 2019 0:22:19 GMT -3
- Los muchachos sabrán hacer su trabajo... ¿Todo bajo tu verdadero nombre? - Te pregunta tras su confiada afirmación, observándote de reojo.
- Y... Hay un poco de todo. Cada quién saca su tajada del muelle que le toca. Mucha corrupción ahí. Mucha tensión. Si quieres mi consejo, niña, no trates con dos personas distintas o podrías acabar en problemas. - Es su consejo, mientras sacude levemente el abano con su dedo índice, dejando caer unas cenizas de más en su lujoso cenicero.
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Post by Eva Saigner on Dec 12, 2019 17:41:43 GMT -3
- Sí, si el dueño o la policía me pregunta diré que tú me estorsionas -digo, guiñando el ojo para que se tranquilice-. El sobre mándamelo a mi nombre, el librero es amigo mío, y veré si la compra la hago con persona interpuesta o no. Puesto que pago sobrecoste siempre podría alegar que yo no sabía por qué se vendía, pero bueno, supongo que nunca se es demasiado prudente.
- Con respecto a lo del puerto... Ya sabes que lo de andar entre dos fuegos no se me da nada mal, pero la verdad es que no pienso poner un pie por allí ni atada al ancla del barco. Como ya he dicho, allí hay rumores de un grupo de gente sin escrúpulos, y esos son malos para el negocio, ya lo sabes. Cuantos menos huevos pongas en el puerto, tanto mejor para tus pollos. Tómatelo como lo que es, el consejo de una amiga.
- Y ahora, a no ser que hinques la rodilla, y, declarando tu amor por mí me coloques el sello del habano como anillo de compromiso, como signo de fidelidad inquebrantable y amor eterno, creo que te dejaré disfrutar de una velada llena de pasión por la viagra y de éxtasis inducidos por estampitas presidenciales.
FdI: Creo que esto ya es para cerrar.
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Zero
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Post by Zero on Dec 13, 2019 21:15:21 GMT -3
- Me parece bien, cariño. - Responde como quién escuchó la mitad de lo que dijiste. El trato estaba cerrado y se notaba que no podía esperar a volver con su dama de honor, que ahora venía con un jugoso shampagne. Dale un par de días en tiempo real para que los mafiosos hagan su trabajo (Y el narrador también ) y te llegará la noticia con los resultados. Si pasa más de una semana me agitas.
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