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Post by Manfred Van Houten on Feb 27, 2020 1:40:31 GMT -3
Más de una hora había pasado recorriendo los salones del museo y nadie se le había acercado para ofrecerle una copa. Entre indignado y sorprendido se acercó a la última sala que le quedaba por recorrer, esperando que continúe lo que, para él, era una descortesía. Sin pensar mucho se detuvo frente a una obra de un artista que había conocido años atrás. La había visto una decena de veces y siempre encontraba un detalle o una interpretación nueva. Se quedó unos minutos observándola, perdiéndose en recuerdos.
Vestía un traje de tres piezas color rojo oscuro, casi vino tinto, como el de algunas rosas rojas, una camisa blanca y una corbata negra, al igual que sus zapatos. Si se prestaba atención podía notarse que llevaba puestos unos auriculares inalámbricos blancos que pasaban el tema en el que estaba trabajando en su móvil, que parecía nunca abandonar su mano. Tomó una foto de la obra y se la envió a su sire con un mensaje algo subido de tono, recordando mejores momentos. Aprovechó para revisar la lista de Eliseos que le habían otorgado para asegurarse estar en el sitio correcto. Pensó que estaría haciendo algo mal o que alguien se estaba divirtiendo, haciéndolo pasar por algún rito de iniciación por ser nuevo en la ciudad o algo por el estilo. Sin embargo no tardó en recordar que el World Trade Center parecía no tener vida, durante sus dos visitas no se cruzó a ningún otro vástago. ¿Sería que todos los Eliseos estaban desiertos?
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Zero
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Post by Zero on Feb 28, 2020 1:24:52 GMT -3
Centro de Arte ContemporáneoEl Centro es un edificio de arquitectura sumamente moderna y minimalista, ubicada dentro de Downton. El enorme complejo de arte cuenta con múltiples pisos y diferentes salas donde se exponen obras de arte visual, sermones e incluso actuaciones, siendo esto último el único evento lucrativo del sitio. El Eliseo atrae a toda clase de aficionados y estudiantes del arte contemporáneo, y cuenta con un último piso cuyo funcionamiento es totalmente exclusivo para los vástagos de la ciudad, en el cual pueden realizarse reuniones de cualquier tipo o simplemente tener un encuentro más privado. Se trata de uno de los edificios más amplios, flexibles y espaciosos para casi cualquier actividad. Cualquier vástago tiene derecho a solicitar y hostear cualquier clase de evento dentro del mismo, si bien siempre se encuentra abierto para recibir simples visitas. Quienes deseen organizar lo primero, deberían hablar con el recientemente nombrado Guardián, Julian Becher, a quien suele vérselo bastante seguido en su interior velando por el mismo.
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Zero
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Post by Zero on Feb 28, 2020 1:30:43 GMT -3
Como se trata de un Eliseo, te recomendaría hacer la escena abierta ya que es plausible que otro jugador también estuviera ya aquí. Es tu escena, no obstante, así que no te obligaré.
Vida en el Eliseo había, por lo menos, manifestada dentro de todo el arte gráfico y escultórico, junto a la gente que lo recorría con emoción. Algunos fotografiando, otros escuchando a unos guías. Pese al murmullo general el sitio poseía cierta aura de silencio que permitía a uno apreciar todo lo que se exponía.
La tercer planta, se encuentra separada y reestringida por cierto personal de seguridad, como si fuese una zona VIP o quizás una especie de depósito y/o instalaciones de seguridad y demás. Pero tú sabes que el verdadero motivo, es que es allí donde ocurre su verdadera funcionalidad como Eliseo, brindando un refugio exclusivo para los de tu estirpe.
Sin embargo era un camino más largo de lo que parecía hasta allí, y quién no sería capaz de perderse y distraerse en el mismo, cuando se trataba de casi un paraíso para todos los aficionados del arte moderno.
Eres libre de continuar interpretando. Pero, mientras tanto (para no pausarte más adelante), te pediré que vayas adelantando una tirada de Fuerza de Voluntad.
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Post by Manfred Van Houten on Feb 28, 2020 18:41:57 GMT -3
Autocontrol: _wJliMQw3d108d10
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Zero
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Post by Zero on Feb 29, 2020 19:47:06 GMT -3
Mil disculpas Manfred, pedí una tirada de FV pero ahora que revisé me equivoqué, la tirada del defecto Toreador es de Autocontrol. Ahí edité tu tirada. Irónicamente y con cinco dados menos, al sacar los 1's el fallo se convirtió en éxito. Hay más de una obra maestra expuesta en la amplitud de las salas, sino la belleza en la arquitectura y espacialidad misma del museo. Hasta unos cuadros cubistas perfectamente distribuidos, cuya composición, geometría, proporción y color alcanzaban una perfección que casi fue capaz de romper con tu total conciencia. Y aunque ese tipo de cosa era la que hacían correr tu sangre Toreador y hacerte sentir vivo, evitas perderte en el éxtasis mental de apreciarlo durante horas. Eres libre de recorrer y apreciar cuanto quieras del Museo. Nuevamente, gente hay, y sabes de la sección privada en la última planta ¿A dónde te diriges o, qué haces?
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Post by Manfred Van Houten on Feb 29, 2020 21:26:57 GMT -3
Respiró profundo y dejó escapar un suspiro. Aun hacía esas cosas, de alguna extraña manera lo reconfortaban. Estar lo más lejos de la bestia posible era una lección que había aprendido por las malas y no estaba dispuesto a olvidar. Aletargó sus movimientos intentando disfrutar más de toda la hermosura que lo rodeaba. En su mente se permitió burlarse de él mismo haciendo sonar "Little green bag" viéndose caminar en cámara lenta hacia la escalera que llevaba al sector que había venido a visitar.
"Lookin’ for some happiness But there is only loneliness to find Jump to the left, turn to the right Lookin’ upstairs, lookin’ behind"
Subió a la última planta y se dispuso a recorrerla. No esperaba que alguien le impidiera ingresar, si existía una lista de VIPs él estaba, si es que él mismo no era la lista.
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Post by Zero on Mar 1, 2020 23:04:49 GMT -3
Un hombre trajeado y calvo que parecía estar a cargo de la seguridad por la zona cercana, al ver tus intenciones de traspasar la puerta que daba a la zona reestringida del museo no puede evitar apresurarse para interponerse en tu camino, educadamente.
- Lo siento, caballero. Pero no puede pasar estos límites. Órdenes de la directiva. - Te indica mostrando ambas palmas de la mano, tratándote de usted como si fueras un desconocido o un cualquiera. Claramente no sabía que tú eras la exposición viviente del museo, una falta de cortesía total.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 1, 2020 23:38:50 GMT -3
La aparición del staff de seguridad le recordó que era nuevo en la ciudad. Aun debía presentaciones y estaba bien que lo detuviesen, no tenía que comportarse como su sire. —Awww, daaarling... —comenzó, frunciendo sus labios en un gesto adorable. —Sí puedo, pero aun no lo sabes. Se buenito y ve a preguntar, así ambos nos ahorramos disgustos. Porfis, pretty please with sugar on top. —agregó y le guiñó un ojo al guardia intentando ser lo más cordial que sabía ser. Sabía que otros lo humillarían de mala manera, pero no era su intención.
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Post by Zero on Mar 2, 2020 0:22:24 GMT -3
- Le ruego sepa disculpar caballero, pero son órdenes de administración. Sólo un personal exclusivo tiene derecho a pasar... - Insiste el sujeto tratando de ser lo más diplomático posible, mas firme en su postura. Mas su discurso es repentinamente interrumpido, dejándolo al pelado sin voz.
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Post by Zero on Mar 2, 2020 0:22:35 GMT -3
- Los mortales son esclavos inútiles, desechables como éste. No debería malgastar su tiempo con ellos, Van Houten. - Irrumpe por detrás tuyo, una voz femenina y madura con total desdén. A unos pocos metros detrás de ti, puedes ver que la fuente de tal despreciables palabras provenía de una muy alta, bella y elegante mujer... Mas su apariencia, por hermosa y viva que fuese, estaba cargada de una presencia siniestra que era capaz de fomentar el miedo en cualquiera que la viese.
No era sólo su postura altiva y pedante, pero ésta, su mirada... Todo transmitía una sensación realmente inquietante. Su boca descansa abierta, y sus ojos miran fijamente y sin parpadear, como si de un animal de sangre fría se tratase. No te sientes para nada cómodo en su presencia.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 2, 2020 1:01:16 GMT -3
Volteó a ver de dónde procedía tal desagradable discurso, según entendía más propio de un Sabbat que de un miembro de la Camarilla. Lamentablemente procedían de una mujer hermosa. Se preguntó por qué ese parecía ser siempre el caso. Sería mucho más sencillo despreciarla si su exterior estuviese más acorde a su interior, pero no era el caso. La recorrió de pies a cabeza y luego volvió a hacerlo. Sintiéndose agarrado por las bolas en presencia de la dama no pudo evitar dedicarle media sonrisa. ¿Para qué engañarse? Le encantaba que lo agarren de las bolas, pero esa mujer parecía estar apretándolas solo porque sí, desinteresadamente, y eso ya le hizo perder todo el encanto que pudiese tener ese tipo de situaciones.
—Mhmmm... —musitó complacido por la vista, como quien prueba un postre exquisito. Se llevó el dedo índice a la boca y lo mordió juguetón, permitiéndose recorrer con la mirada la esbelta figura que tenía frente a él una tercera vez. —Me tiene en desventaja aquí. —respondió, haciendo referencia a que él no sabía quién era ella. —Y ese je ne sais quoi... Si tiene esposas le cuento que mi palabra de seguridad es "verdorvenheid". —bromeó alzando las cejas un par de veces, intentando quitarse de encima el mal rollo que contagiaba esa mujer.
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Post by Zero on Mar 2, 2020 12:33:42 GMT -3
Su rostro permanece frío, observándote de manera altiva. Con una rápida mirada parece ahuyentar por completo al pobre hombre de seguridad, para luego redirigirla a ti. No había gente demasiado cerca de ustedes ahora, al punto de poder escucharlos. Era como si la mujer poseyera una especie de aura que los ahuyentara. Hasta tú, en cierta medida, sientes esa misma sensación.
- Seré benévola sólo por esta vez, sabiendo que es un siervo nuevo. - Expresa de manera pedante mientras te mira desde arriba, irguiendo perfectamente su postura y alzando su cabeza. Claramente se refería a ti. - Karen Chartry, Primogénita del Clan Ventrue. Tal vez desee reconsiderar su reverencia. - Se presenta como si un miembro de la realeza fuere, casi ordenándote lo último, como si estuvieses cometiendo una falta de etiqueta gravísima.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 2, 2020 13:40:55 GMT -3
Buscó su móvil y creó un nuevo contacto. Ahí apuntó el nombre, cargo, unas notas sobre la primera impresión y vinculó la foto de su atuendo para no cometer el sacrilegio de repetirlo en presencia de la primogénita. Ya averiguaría quién era ella.
—Tomo nota. —aclaró, explicando que realmente lo estaba haciendo. —Primogénita. —agregó e inclinó su cabeza en una medida y justa reverencia. Luego extendió su mano, con la palma hacia arriba, a fin de que se le permitiera besar la mano de la Ventrue tal y como le habían instruido a hacerlo.
—Es todo un honor ser notado por usted. —usó su tono afrancesado y empalagoso mas ya no pícaro o juguetón. Algo que a la mayoría de la gente le resultaba agradable.
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Post by Zero on Mar 2, 2020 16:23:35 GMT -3
Has una tirada de Apariencia + Etiqueta.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 2, 2020 21:53:59 GMT -3
Apariencia + Etiqueta: wzlAprlk6d106d10
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Post by Zero on Mar 4, 2020 0:41:58 GMT -3
La Primogénita de Sangre Azul se ve satisfecha con tu reverencia, aunque su frío rostro no expresa mucha satisfacción, acepta el gesto del beso a su mano. Más puntualmente, te adelanta el anillo plateado con un remate cristalino en su dedo medio, como si fuese eso lo que te correspondiera tocar con tus labios. Por otro lado su mano, si bien estilizada y bella, poseía un fuerte frío al tacto. Una sensación de escalofrío, mejor dicho, que te daban muchas ganas de soltarla por dentro. Como si le estuvieses tomando la mano al mismo demonio.
- No me extraña. - Suelta con desdén, ante tu actitud de tomado de nota. - Adivino que Marcel poco y nada le ha contado acerca de mi. Y el resto del consejo. Ellos no serán tan misericordiosos. - Completando su frase de forma pedante, dándole justificación a tu acción. Con mayor énfasis en la mención de su propia persona, que el resto de la Primogenitura. Su tono implicaba que tal omisión por parte del Príncipe era intencional, intencionalmente perjudicial para ti.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 4, 2020 1:09:58 GMT -3
—Nada. —explicó, en cuanto a lo que el príncipe le había dicho sobre ella. —Mas sí mencionó algunas cosas sobre el consejo. —agregó recordando lo que le había dicho, mientras acompañaba con el rostro el intento de recordar. Luego la miró y frunció los labios. —Pero ya sabe. Es una conversación privada, no corresponde que vaya por ahí contándosela a todo el mundo. —agregó susurrando, aquello había sido un secreto entre ellos dos.
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Post by Zero on Mar 4, 2020 18:09:26 GMT -3
- ¿Acaso usted considera corresponde desinformar un lacayo, sólo por su linaje? - Retruca con altiva y pasiva agresión, insinuando que eran evidentes e intencionales las acciones del Príncipe. No era ningún secreto que tu Clan, no era muy querido entre los demás.
- Yo reconsideraría a qué amo servir, Van Houten. - Sugiere con frialdad. Y una mirada muy tentativa.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 4, 2020 18:51:18 GMT -3
Al verla supuso que era momento de mostrar los dientes. Se tomó un segundo para organizar su discurso y miró al suelo antes de darle una respuesta.
—Primogénita. Yo no soy nadie. No me corresponde considerar, juzgar o cuestionar. —respondió repasando sus enseñanzas. —Mis opciones son aceptar o irme, según lo establece la quinta de nuestras tradiciones.
Volvió a juntar fuerzas para mirarla a los ojos y compartir algo muy privado. —Puedo resultar incómodo, molesto, infantil. Pero conozco mi lugar. Y tanto el valor de nuestras tradiciones, así como el terror que acarrea el no respetarlas. Y eso es algo que he aprendido a fuego. —agregó con un brillo en su mirada que indicaba que aquello era mucho más literal de lo que cualquiera podía imaginarse.
—No he conocido a un vástago que no tenga su agenda. Y si cree que puedo serle útil no tiene más que decirlo. Pero no crea que soy un cachorro en busca de amo. Lo que sea que me pida lo consideraré un favor y le aclaro que siempre me cobro los favores. —dijo lo último con cierta dulzura inquietante, como un camello repartiendo pastillas a colegialas que no saben dónde se meten. —Estoy seguro que una dama como usted puede respetar eso.
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Post by Zero on Mar 6, 2020 6:54:23 GMT -3
- Usted no es más que un esclavo más en esta secta, Van Houten. Y Marcel no ha hecho más que azotar a los de su Clan. - Contesta de manera filosa, no sólo incentivando su punto sino corrigiendo tu última frase, la cuál parecía considerar inapropiada.
- Verá que yo puedo resultar una ama muy poderosa. Sólo yo puedo ofrecerle un lugar en esta ciudad. Protección... Considérelo. - Reitera, pero dejando su punto en un sentido más abierto, como si no fuera necesario responder ahora mismo. Lo que sí era seguro, sea en el momento que sea, probablemente no le agrade ni un poco recibir un no por respuesta. Se la veía como una mujer fuertemente imperativa.
Tras este tenso momento, se dispone a dar un brusco cuarto de vuelta, y dirigir unos firmes pasos hacia uno de los cuadros contemporáneos cercanos. Era una pintura posmoderna del rostro de una mujer, construída a partir de motivos y tramas con colores fuertes, muy representativa de la cultura pop.
- Dígame... ¿Qué lo trae aquí? - Pregunta mientras observa la pintura expuesta, mostrando un lado más casual y conversador, pero no menos frío. Te sientes un poco más aliviado, con su mirada intensa y sin parpadear ya fuera de ti.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 7, 2020 19:50:39 GMT -3
Supuso que aquello no requería respuesta, por lo que decidió cerrar la boca. El discurso de la primogénita era demasiado peligroso. En especial en estos tiempos. Por lo que decidió tomar nota mental y evaluar su utilidad, tal vez en un futuro las cosas podían darse vuelta y resultar favorables para él.
La deja alejarse un poco, mirándola como si ella misma fuese parte de la exposición. Se preguntó qué se sentiría tener la edad suficiente para ser la abuela de los artistas que habían creado las obras que los rodeaban. Uno solía verlos distantes y lejanos en el tiempo. Pero un vástago antiguo tenía otro punto de vista que escapaba a lo que un neonato podía comprender. O, tal vez, era su mente poco desarrollada la incapaz.
—Me entregaron una lista de Eliseos y en París me enseñaron que, si bien no es requerido, es una buena práctica pasar y presentarme. —explicó. Acomodó el pañuelo que lleva en el bolsillo del saco nueve veces antes de acercarse a Karen. —Había pensado en comenzar por el Memorial Hall o la Corte Suprema, pero la guerra me aburre y el olor a libros viejos me da picazón. —le dijo medio broma medio en serio, siendo consciente que las bromas no eran bien recibidas.
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Post by Zero on Mar 10, 2020 2:48:33 GMT -3
- Tiene buen gusto. - Dictamina con una frialdad que difícilmente la hacían sonar como un cumplido. Más bien como un juicio. - Hay mucha belleza y potencial, en este Eliseo. Sus hermanos de Clan me han servido bien, y por eso se les ha cedido el mandato del mismo. Imagino que es algo que ya sabe. - Comenta de manera altiva mientras apreciaba otra de las obras de arte. No sonaba particularmente orgullosa o arrogante, sino como si se tratase de un hecho totalmente objetivo e irrefutable.
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Post by Zero on Mar 10, 2020 2:53:28 GMT -3
En el recorrer de la Primogénita, otra figura particularmente llamativa y bella llama tu atención. Sobretodo porque apenas se hace ver tras cruzar una esquina, se dirige con apresuro hacia donde se encuentra Chartry.
Una mujer muy bajita y joven, fuertemente maquillada y arreglada con un aura de inocencia que parecía capaz de aliviar los horrores que transmitía la de Karen. Incluso para ella, quien se la veía muy feliz de verla.
- Karen, aquí estás, yo... - Se acerca a ella con cierto entusiasmo, hasta que te nota y se queda sin voz. Como si hubiese hecho algo malo o se asustase. Estaba vestida con un saco de moda de colores brillantes, y una falda algo corta junto con unas botas. Ropas características de toda chica joven.
- Ehm... Yo... Hola... - Intenta saludarte, con voz débil y muy tímida, casi escondiéndose detrás de la antigua Ventrue sin darse cuenta. Luego se llevo una de sus manos a la boca. Sus uñas pintadas de rosa eran particularmente bellas, pero no tanto como su suave voz.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 11, 2020 23:27:08 GMT -3
—Gracias. —respondió aceptando el cumplido. Dio un paso hacia ella y miró la obra que estaba examinando. —No lo sabía. Me alegra saber que la primogenitura cuenta con la colaboración de mi clan. —dijo sincero.
Estuvo a punto de agregar algo cuando un aroma nuevo llamó su atención. Una joven se acercaba a ellos apresuradamente. Levantó su mano y movió sus dedos, saludándola con todo su divismo.
—Buenas noches, mademoiselle. —respondió con su encanto francés. Le ofreció su mano a fin de besar la de ella mientras no perdía detalle sobre la manera de actuar y reaccionar de la recién llegada. —Manfred Van Houten. Encantado. —se presentó con una sonrisa.
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Post by Zero on Mar 12, 2020 23:24:12 GMT -3
- Ella es Julia Cameron. Mi protegida. - La presenta con ella, con una intimidante acentuación en su segunda oración.
- Una joven Rosa, al igual que usted. Espero la trate como se merece. - Te indica como si ella no estuviera allí, con fría firmeza. Sus fríos ojos, abiertos de par en par y sin parpadear, eran los de una bestia depredadora que te estaban vigilando.
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Post by Zero on Mar 12, 2020 23:27:17 GMT -3
La joven Toreadora, seguía mostrándose tímida y algo dudosa, dejando que Karen hablase por ella. Con cierto miedo se asoma, dándote la mano, no sin antes buscar permiso en la mirada de su protectora.
- E... Encantado. - Te devuelve el gesto, con una débil pero inocente sonrisa.
Puedes tirar Carisma + Empatía con ella, mientras sigues hablando, para calmar su predisposición.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 13, 2020 1:08:29 GMT -3
Pensamientos algo perversos poblaron su mente al conocer al juguete de la primogénita. Al parecer le gustaban las rosas sin espinas, por suerte a él también. Besó la mano de la joven, luego de hacer una pequeña pausa para prolongar lo que de otra manera hubiese sido un breve contacto.
—Por supuesto que lo es. —respondió al oír que era una rosa.
Al incorporarse miró a la primogénita a los ojos, mostrando su confianza en ella, al menos eso le habían dicho que significaba y debía hacer al encontrarse a un Ventrue de cierta estatura en un eliseo.
—Veo que tienen asuntos que tratar. —dijo de manera respetuosa, excusándose. —Le agradezco nuevamente su tiempo e interés. Carisma + empatía: Nix0DL_E5d105d10
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Post by Zero on Mar 13, 2020 1:40:27 GMT -3
- Si cambia de opinión, Van Houten... Considere una visita al Orleans Bourbons Hotel. Lo estaré esperando... - Despidiéndote con una siniestra invitación de su parte. Notas que su tono de piel, muy sutilmente, comienza a volverse algo más pálido. Su piel, más seca. Algunas telarañas venosas comienzas a dibujarse suavemente sobre su rostro y manos.
Ella se percata, y también su acompañante. No pierde mucho tiempo en dirigirse hacia el acceso al tercer piso. Ves que le dedica una intensa mirada al calvo que regulaba la entrada, y parece ordenarle algo en voz baja. El hombre inmediatamente se retira de la escena, sin siquiera dar respuesta. Entonces la Primogénita sube.
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Post by Zero on Mar 13, 2020 1:41:24 GMT -3
- Eh... Adiós... - Te saluda en voz baja, tímida y sin atreverse a separarse de su mentora. No parece estar muy segura contigo, aún, y sin decir más se va junto con la Ventrue.
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Post by Manfred Van Houten on Mar 16, 2020 23:36:04 GMT -3
—Vaya, me hospedo en ese hotel por el momento. La piscina es un sueño y la privacidad que otorga es de primer nivel. Una gran elección. —comentó sin que se le cruzara por su mente que ella podía ser la propietaria. Lo único que sí se le cruzó fue que, tal vez, necesitaría un traje de baño para sus baños nocturnos. Aunque sabía que aun teniendo una maleta llena no los utilizaría.
—Adiós, lady Cameron, un verdadero placer. —le dijo a la Toreador de manera empalagosa.
Levantó la mano y solo moviendo sus dedos se despidió, siguiéndolas con la mirada hasta que se perdieron en el tercer nivel.
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