Zero
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Post by Zero on Jun 30, 2020 22:10:02 GMT -3
World Trade CenterEl World Trade Center es un gran edificio de oficinas ubicado a cercanías del Río en Downtown, dedicado a la economía y el comercio internacional. Naturalmente cuenta con un gran movimiento de gente y seguridad, y durante la noche representa uno de los Eliseos más importantes dentro de la ciudad. Se trata del sitio en donde suele residir y trabajar el Príncipe junto con otras grandes figuras de autoridad, y se espera que aquellos vástagos que lo visiten lo hagan con motivos de gran importancia. Su acceso más allá de la planta baja es restringido incluso para los miembros de la Torre que vengan sin una cita previa. Los límites seguros de este Eliseo comprenden no sólo la torre, sino toda su plaza pública de acceso, así como una pequeña plaza adyacente de estacionamiento al aire libre, para los visitantes. Sólo los empleados tienen acceso al aparcamiento interno en los subsuelos de la estructura. Las puertas y toda la planta baja de las instalaciones son públicas. En la misma, siempre pueden verse un gran movimientos de empleados y clientes, así como una rígida presencia de agentes de seguridad privados bien distribuidos, y una visión perimetral casi libre de columnas y divisiones murarias. Al tratarse de un gran edificio de comercio y atracción internacional, es natural que la mayoría de los empleados ni siquiera tenga idea de que la asociación es dirigida y ocasionalmente frecuentada por no muertos, pero todos aquellos que tengan una cita para subir a cualquier oficina deberán dejar todas sus armas en el puesto de seguridad.
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Post by Zero on Jun 30, 2020 22:11:55 GMT -3
Eran las 21:00 horas, la noche era temprana y cálida, tranquila, con algo de viento soplando la poca vegetación que había en los maceteros de la plaza seca previa al gran edificio, inconfundible. La planta baja, completamente vidriada y transparente, dejaba ver tanto desde fuera como dentro todo el movimiento de empleados y negociantes siendo atendidos en el edificio, destacando la mesa semicircular central de atención. Y más sutil, pero no menos presente, la seguridad privada en cada esquina de la planta. El sitio, si bien lleno de ganado, no era para nada caótico, sino todo ordenado. Mas tanta muchedumbre podía incomodar a más de uno, o a su vez la perfección de un organigrama excelentemente ejecutado y ordenado, podían llegar a impresionar a otros. Como sea, el edificio corporativo era el Eliseo a presentarse, y no había mucha alternativa que eventualmente anunciarse. Marc Wayward
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Post by Marc Wayward on Jul 1, 2020 11:14:46 GMT -3
Marc aparcó su coche. Todavía tenía algo de tiempo; no mucho, claro, salir con demasiado tiempo sería estúpido. Pero, sí sabía que no llegaría tarde a ver al príncipe. Lo último que podría desear era causar una mala -o pésima- primera impresión con el príncipe. Más aún sabiendo que entre las órdenes que tenía estaba "obedecer al principado".
Marc se quedó pensando si debería llevar su mochila o no. No lo creía necesario. Por el contrario, sería sólo un impedimento y le haría verse bastante infantil. Cosa en la que no necesitaba ayuda, sabiendo que era relativamente un novato en comparación con otros vástagos mucho más experimentados. Además, en caso de que tuviera que esperar más de lo acordado, tenía el teléfono. Internet siempre podía ayudar en cualquier investigación. Así que, cerrando finalmente la puerta del coche, se decidió a dirigirse hacia la torre.
Puede que eso fuera un poco difícil en esas condiciones, dado a que sentía cierta hambre y las personas pasaban como si fuera un nuevo centro comercial o un parque de diversiones. Y tenían motivos. Incluso él, que se había hecho a la idea de que el príncipe -o cualquier Ventrue que se respetara a sí mismo- estaría en lo más alto de la ciudad, no pudo evitar mirar hacia arriba en la mitad de la plaza. -Una torre tan alta que podría alcanzar a Dios...- mencionó para sí mismo, recordando la carta que había salido de la baraja antes de salir. Le concedería esta al Tarot, incluso si sabía que las cartas tenían significados excesivamente vagos y generales que les garantizaba un triunfo en todas sus lecturas.
Finalmente, cuando termino de contemplar la torre del World Trade Center, fue en camino a la recepción del inmenso edificio. Se acercó a la persona tras el escritorio de la recepción y sonrió levemente. -Buenas noches, tengo una cita con el señor Guilbeau. Soy Marc, Marc Wayward.- afirmó. Supuso que dar la hora no sería tan necesario cuando vieran que su nombre y la hora actual se correspondían.
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Post by Zero on Jul 5, 2020 4:11:21 GMT -3
Fuera de rol, quisiera pedirte un favor si no es molestia Marc ¿Podrías cambiar el color de Humanidad para la firma? Nada personal con el azul, pero dado el fondo del foro, ese tono choca y duele un poco a la vista. Lo mismo el verde del diálogo, si puede ser un tono de verde un poquito más opaco, mucho mejor. Una mujer, relativamente joven, quizás en sus treintas, muy arreglada y prolija te recibe cortésmente. - Bienvenido, señor Wayward ¿Dice que tiene una cita con el señor Guilbeau? Por favor, aguarde un instante. - Hablándote con un tono de locutora muy profesional y educada, para cortar su mirada con una sonrisa y redirigirla a su panel táctil. Desliza sutilmente unas cuántas páginas, buscando por tu nombre, el horario y la fecha, hasta que su dedo frena el movimiento de la pantalla y busca más detalladamente, hasta dar con el mismo. - Muy bien. Le avisaré de su llegada de inmediato. Mientras tanto, uno de nuestros empleados lo guiará. Suerte con su encuentro. - Te indica nuevamente con un controlado y cortés gesto. Una sutil sonrisa. Uno de los agentes de seguridad, de piel negra y cabeza calva, con su enorme cuerpo totalmente cubierto por un traje negro, y sus ojos por gafas opacas. El mismo, silencioso, te hace una seña en pos de que lo sigas, y encara una vigilada caminata. Sus pasos se detienen primero en una vidriada pero oscura cabina, donde te hace pasar. Dentro, se encarga de revisar tu cuerpo profesionalmente en busca de cualquier arma u objeto potencialmente peligroso. De llevarlo, sin palabra de por medio lo confiscaría de tu persona, para guardarlo en un locker y asegurarlo con llave. Concluído el rígido proceso, nuevamente te escolta fuera hasta una caja de elevadores privada. Como si todo estuviese manejado por una coordinación militar, al momento que sus pasos se detienen frente al mismo las puertas se abren, justo habiendo arribado el elevador vacío sin que lo llamen. Entonces el imponente guardia entra, y espera que hagas lo mismo, antes de marcar el botón de la última planta y aguardar en silencio a que arribe a destino. No tardó mucho, pese a la cantidad de pisos, se veían que pasaban uno a uno casi como segundos. Finalmente las puertas se abren, dando lugar a una longitudinal y elegante sala de recepción. Sillones vacíos y mesas vidriadas de café, sólo habitadas por un criado que ya contaba con sus canas de profesión, terminando de desempolvar uno de los muebles. La misma remataba en una gran y clásica puerta doble, y nada ni nadie más impedía tu paso. Tu escolta, manteniéndose de pie en su lugar, extiende su brazo otorgándote la libertad de pasar del otro lado, ya sólo. El ambiente era claro y las palabras sobraban, detrás de esas puertas la Quinta Tradición aguardaba...
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Post by Zero on Jul 5, 2020 4:12:39 GMT -3
Del otro lado, un ambiente tan amplio como toda la superficie de la Torre sería quién te recibiría. Su altura era enorme, como de tres pisos, con una cubierta variante ya que claramente se encontraban en el remate del edificio. El enorme receptáculo, expresaba su belleza por su completo vacío. No más que unos pocos mobiliarios y obras de arte, se limitaban a delimitar sutilmente los bordes de la misma, dando lugar a un gran espacio ininterrumpido que remataba en un enorme mirador vidriado a todo el Barrio Francés.
Y, justo delante, la noble silueta del Príncipe, aguardando de pie solemnemente y en silencio tu acercamiento. Sí, es sólo un hombre, pero por alguna razón, incluso a la distancia su imagen es capaz de evocar una sensación tal, que no dudarías de que un hombre así es un verdadero Príncipe, sino un Rey. Su intensa mirada observa y espera, a tu palabra de presentación.
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Post by Marc Wayward on Jul 6, 2020 0:42:03 GMT -3
Uy, oopsie daisy. Lo de la firma sí lo vi. Pero, creo que se me pasó haciendo otras cosas. Lo del color verde, lamento haberte dejado casi sin ojos. Creo que ya se ve mejor, pero ya me dirás tú, creo que en mi pantalla se ve un poco diferente (eso o que yo ya perdí la vista totalmente y no me entero) Marc miró a la recepcionista y mantuvo la sonrisa mientras ella miraba en la pantalla, buscando su nombre. ¿Cuánta gente podría venir a ver al príncipe? Tampoco es que fuera su asunto -todavía- lo que ocurriera en el interior del principado. Seguramente, todo lo que pasara en Nueva Orleans le vendría a ser importante una vez fuera aceptado. Una vez la mujer encontró su nombre en el panel el asintió mientras obedecía a las órdenes que le indicaban. -Muchísimas gracias. Tenga una buena noche.- sonrió una última vez antes de girarse en la dirección indicada. Y, no iba a negar que se sentía un poco intimidado por aquel sujeto. Sin embargo, el Tremere obedeció la seña que le hacía aquel sujeto. Silenciosamente, el Tremere siguió al grande sujeto negro que lo iba guiando por el edificio. Por lo menos así fue hasta que este se detuvo y comenzó con la inspección. Marc rodó los ojos. Entendía que fuera necesario inspeccionar a los nuevos visitantes en el dominio del príncipe; Nueva Orleans no tenía su fama sin tener leyes estrictas. Pero, por favor, ¿parecía él la clase de sujeto que llevaría algo peligroso a un lugar como este? Eso era más algo de los Brujah o de un Malkavian un tanto más perturbado. Pero, Marc no haría algo tan estúpido. Continuando con el silencio que se había creado entre los dos, el joven vástago siguió al sujeto -¿Un ghoul, tal vez?- hasta el elevador. Siguió adentro y se apoyó contra una de las paredes. Le asustaba un poco lo rápido que iba, ¿estaba preparado para ver al príncipe? Podría equivocarse. ¿Y si tropezaba haciendo una reverencia? ¿Cómo debería llamarlo? Tal vez, si pudiera saber más de él sabría qué clase de tratamiento darle... Lanzó un suspiro tratando de calmarse hasta que el elevador se detuvo en el último piso. El Tremere cruzó la puerta. Pero, antes de presentarse ante el príncipe, se giró sobre sus tobillos para ver al sujeto que lo había escoltado. -No quiero decirle como debe o no hacer su trabajo. Pero, si tiene una lengua, debería esforzarse en usarla. La gente no suele apreciar el silencio por mucho tiempo.-
Sacando eso de su interior, se giró de nuevo para terminar la tarea impuesta y, así, comenzar con su nueva no-vida en Nueva Orleans. Claro está, si eso era permitido. Y tal vez fuera por pensar un poco, pero... pudo sentir la mirada del príncipe clavada en su cuerpo, como puñales. Rápidamente se inclinó haciendo una reverencia. -Muy alto, muy poderoso y excelente Príncipe. Mi nombre es Marc Wayward, chiquillo del profesor Antoine Marat y parte del clan Tremere. He venido a presentarme ante usted, como dictan las tradiciones de nuestra secta, y a ofrecerle mi servicio para ayudar a la preservación y mejoría -si es posible- de sus dominios- ahora sólo tenía que esperar a que el Príncipe le ordenara que se levantara para poder seguir con la presentación como era debido.
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Post by Zero on Jul 17, 2020 4:16:06 GMT -3
No te preocupes. Así se ve mucho mejor. Se agradece el cambio. Lamentablemente no oyes más que el profesional mutismo de tu temporario escolta personal, quien prácticamente te deja a solas tras las puertas de los aposentos del Príncipe. Su imagen es tan fuerte, que hasta el mismo silencio se opaca. - Bienvenido, chiquillo de Marat. Puede ponerse de pie. - Te recibe de manera solemne, con una postura firme, imponente. - Marcel Guilbeau, heredero de la sangre de Sir Lothar Constantine, del Clan Ventrue. - Se presenta con cierta elegancia, mas en una forma de acentuar y completar el hecho de que éste, tal y como mencionaste, era su dominio. - Me han hablado un poco acerca de usted, joven Wayward. Sépase que su llegada y servicialidad en nuestro Dominio serán más que bienvenidas, siempre y cuando, sea capaz de colocar peso a tales palabras. - Anuncia ya en una forma un poco más... Conversadora, aunque dura. Aún así, sus palabras resultabas inevitablemente conmovedoras. - Que, a través de las mismas ¿Tengo entendido que usted ya es conocedor de nuestras Sagradas Tradiciones? - Continúa con una pregunta, casi protocalaria y dando inicio a la entrevista.
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Post by Marc Wayward on Jul 17, 2020 14:09:15 GMT -3
Marc obedeció las órdenes del príncipe y, con esto, aprovechó para poder detallarlo. Lo primero que lo sorprendió fue la necesidad de tener que levantar la cabeza para poder mirarlo a los ojos. Eso y lo imponente que le resultaba. O sea, claro que era normal que el príncipe fuera imponente. Pero, el príncipe Marcel era particularmente imponente, lo mismo que intimidante. Marcel sólo pudo limitarse a asentir con severidad cerrando los ojos, afirmando que había escuchado la presentación del Ventrue.
Del mismo modo, no pudo ocultar una leve sonrisa cuando el Príncipe mencionó que había escuchado de él. Siempre quedaba algo de ese orgullo de estudiante orgulloso porque los mayores digan su nombre. Claro, con sus palabras, el Tremere se había comprometido a aceptar una responsabilidad bastante grande. -Espero poder cumplir con las expectativas que usted tiene en mí, su alteza serenísima.- ¿serenísima? Marc desconocía el carácter del príncipe. Era la persona más importante de la ciudad, después de todo, no era que fuera a mostrar su verdadero carácter a un simple cainita como él. Sin embargo... siempre podía apelar a los buenos aspectos del Ventrue para conseguir un poco más de "compasión" si es que eso era posible. Un poco como los griegos y las Euménides. Hizo una leve y corta reverencia una vez terminó su anotación sobre el comentario del príncipe.
Las tradiciones, claro. Asintió con un tanto de elegancia antes de responder. -Así es, su alteza.- acto seguido, el brujo agachó la cabeza levemente y comenzó a recitar las tradiciones. -Primera, la mascarada; Los humanos nunca deben saber que existimos. Segunda, el Dominio; deberé de respetar el domino de los otros y su autoridad sobre este. Tercera y cuarta, sobre la progenie; no abrazaré a nadie sin el permiso del príncipe y, si tuviera el permiso, mientras esté bajo mi cuidado todo error que mi chiquillo fuera a cometer sería también mi error. La quinta, la hospitalidad...- Marc levantó la cabeza para mirar al príncipe -Es esta, su alteza.- sonrió levemente. -Por último...- miró fijamente a los ojos del Ventrue mientras decía la última. -La Destrucción; sólo usted y los antiguos tienen derecho a ordenar una cacería de sangre. De igual forma, tengo absolutamente prohibido matar a otro cainita, ese derecho le pertenece sólo a usted y es usted el que lo confiere.- dicho eso, se quedó en silencio, a la espera de la respuesta del Príncipe.
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Post by Zero on Jul 17, 2020 15:23:18 GMT -3
Tras escucharte en silencio, su Alteza asiente levemente, en señal de aprobación. Incluso en su mínima expresión, te da esa sensación del peso y la rigidez que ponía en las mismas, y que posiblemente le diese más importancia que la de un mero protocolo o cuestionario.
- Las mismas componen los pilares fundamentales de nuestra Secta. Confiamos en usted, joven Wayward, no sólo para respetarlas, sino también para salvaguardarlas. - Expresa completando tu breve discurso, en una manera honrosa mas implícitamente, apelando hacia tus nuevas y futuras responsabilidades. No era necesario reiterar, tal estadía era un privilegio que no todos podían permitirse pagar.
- Ha de saber que también ha de evitar alimentarse de cualquier miembro del Clero o la Policía, así como en el distrito de Gentilly bajo cualquier circunstancia. A su vez le sugiero mantenerse alejado de los parques y reservas de la ciudad. Imagino que un heredero de un Clan culto y versado como el suyo... Ya es consciente de los riesgos que ésto puede suponer para su no vida. - Añade sin menos importancia. Todo Dominio tenía sus reglas propias, y éstas parecían ser las de Nueva Orleans.
Mientras continúas, puedes ir adelantando una tirada de Apariencia + Etiqueta.
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Post by Marc Wayward on Jul 17, 2020 16:50:02 GMT -3
Apariencia + Etiqueta 38FY76Gk5d10
Salvaguardarlas. Sí, esa era la obligación de todos los hijos de Caín. Marc asintió en signo de aceptación de su responsabilidad en la ciudad y con el principado. De igual forma, escuchó claramente las recomendaciones -o, más bien, órdenes- del Príncipe. Podía entender lo de los parques, lo último que necesitaba era perros mucho menos unos de ese tamaño. Sólo pensar en ellos, en sus dientes y en sus garras... a veces hasta podía creer que estaba vivo de nuevo cuando sentía ese desasosiego cuando pensaba en cualquier cánido.
-Todo entendido, su Alteza serenísima. Entiendo perfectamente que lo mejor para mí es mantenerme alejado de parques, reservas y ese clase de lugares. En todo caso, lo último que necesitaría para mi investigación son... pulgas y todos los problemas que ciertos animales traen.- claramente, no pudo contener el desagrado. -Sin embargo, hay algo que me causa un poco de inquietud. Entiendo perfectamente que alimentarse de la policía y del clero sería, ciertamente, escandaloso. Pero... ¿ha ocurrido algo en la zona del Gentilly? Es una prohibición un tanto particular.- inclinó la cabeza, levemente, para mostrar su interés. 5d10
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Post by Zero on Jul 18, 2020 5:36:01 GMT -3
El Príncipe ofrece un silencio duro, pero sopesa tu interés y buena educación demostrada hasta ahora. Parecía comprender.
- Suficientes descuidos y antecedentes, como para que resulte lo mejor por la Mascarada y su propia seguridad, evitar dicha zona. - Te explica serenamente tras su larga pausa. Aún así, no dejaba de ser una norma, y como la Tradición del Dominio lo decía, tanto tanto peso como cualquiera de las otras.
- Mientras tanto, y respete nuestras leyes, se le permitirá residir de momento. Demuestre su valía hacia este Principado, y le garantizo no sólo una residencia estable sino posición dentro de Nueva Orleans. - Establece con benevolencia, mas también cierta dureza. No era algo que se otorgase a la ligera, daba a entender.
- Es libre de visitar cada uno de nuestros Eliseos. Me encargaré que uno de nuestros criados le haga llegar la información pertinente, así como darle mayores instrucciones acerca de sus labores. De ahora en adelante, salvo casos de extrema importancia, se reportará ante mis chiquillos, Anthony o Christopher. - Buscando concluir ya su discurso y la cita en general, dando su entonación final lugar a cualquier pregunta o duda pudieses elaborar.
Tras esta escena, puedes dar por hecho que Macr conoce la ubicación de cada Eliseo así como la información de cada uno, detallado en su respectivo sector de Ambientación.
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Post by Marc Wayward on Jul 18, 2020 17:54:22 GMT -3
El Tremere asintió una vez escuchó la respuesta del Príncipe. Si era riesgoso para la Mascarada y lo órdenaba su Alteza, lo único que podía hacer era obedecer. De igual forma, sólo pudo asentir cuando el Ventrue hubo terminado con su discurso. Apreciaba enormemente la oportunidad de establecerse en Nueva Orleans y lo úlimo que quería era perder la oportunidad de ganar ese derecho. -Entendido, su Alteza Serenísima. Estaré esperando instrucciones por parte de su sirviente. De igual forma, si sólo debemos de encontrarnos cuando las situaciones sean tan importantes como para que deban ser discutidas con usted directamente, espero que sólo se trate de buenas noticias o, de lo contrario, que esa clase de encuentros se den lo menos posible.- Asintió, dejando la cabeza agachada por un momento como señal de respeto. -En todo caso, espero poder contactarme tanto con Anthony como con Christopher lo antes posible para empezar cuanto antes con mis obligaciones con el principado. Sin embargo, antes de irme, me gustaría agradecerle por permitirme quedarme en su territorio, su Alteza.- hizo una reverencia final antes de girarse en dirección al elevador por el que había entrado.
Sin embargo, luego de dar un pasos hacia adelante, se detuvo. Todavía había algo que tenía que hacer y, probablemente, no obtendría la oportunidad de volver a ver al príncipe en mucho tiempo. -De hecho, su Alteza, hay una última cosa que me gustaría preguntarle, si no le molesta.- dijo el brujo al sangre azul, todavía de espaldas a él. Al final, Marc se giró -¿Existe la posibilidad de que alguno de sus... "ayudantes" pueda contactarme con mi primogénito? Me gustaría presentarme ante el Maestro Weingardt como es debido y lo antes posible. Sé que es mucho pedir y que usted tiene muchas cosas más importantes que un simple chiquillo. Pero, aceptaría enormemente cualquier indicio de dónde pueda encontrarlo o... bueno, si puedo hablar con alguno de mis hermanos de Clan.- se agachó, tratando de demostrar la humildad de su petición.
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Post by Zero on Jul 19, 2020 0:47:10 GMT -3
- Ya veo. Su petición es, entendible. - Asiente con calma tras escuchar tu situación. Las tradiciones propias de cada Clan parecía algo que mostraba respetar.
- Descuide. Me encargaré de notificarle a su Primogénito de su llegada, en la siguiente Reunión de Consejo. Para que pueda contactarlo lo más pronto posible. - Promete con benevolencia su Alteza.
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Post by Marc Wayward on Jul 19, 2020 2:15:38 GMT -3
Era una buena respuesta. Una respuesta prudente y una respuesta que Marc quería escuchar. Sí, en definitiva, estaba satisfecho con la respuesta del Príncipe. El Tremere miró a su Alteza mientras que él afirmaba que hablaría con su Primogénito cuando se diera la oportunidad en la próxima reunión del Consejo. Sólo se limitó a asentir con mientras bajaba los párpados. Puede ser que fueran semanas entre este momento y cuando se diera la próxima reunión. Pero, claramente no estaba en posición de pedirle al Ventrue una respuesta con más certeza. Supuso que lo correcto sería comenzar a hacer sus propias investigaciones en cuanto al Regente, lo mismo que tendría que curiosear un poco más sobre lo ocurrido en el Gentilly. Sí, era un buen comienzo. -Muchísimas gracias, su Alteza.- respondió el brujo ante la respuesta del Príncipe, no sin antes hacer una última reverencia. -Ahora, si me lo permite, voy a retirarme. Es mejor empezar a reconocer su Dominio para poder hacer mi trabajo con más eficacia.- sonrió cándidamente y, esta vez, sí se dirigió hasta la salida del despacho del Sangre Azul. Todavía tenía tantas cosas que hacer, las noches se harían muy cortas para él en muy poco tiempo, era una sensación inminente. Ahora... todavía le quedaba ir a hablar con el señor Colville en su biblioteca e ir a reconocer los Eliseos. También debería ir sopesando la mejor manera y el mejor lugar para cazar en sus condiciones. Y, claro, no podía olvidar que en el futuro cercano tendría que trabajar para el Príncipe y presentarse frente a Anthony y Christopher. Creo que ya quedaría cerrada ahí, ¿no? Ya mañana abriré para ir a ver a Colville y... alguna otra, maybe?
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Post by Zero on Jul 19, 2020 2:37:03 GMT -3
- Es libre de retirarse y... Bienvenido a Nueva Orleans. - Es su elegante carta de despedida, dando vía libre a tu retiro. Tu silencioso escolta estaría aguardando nuevamente del otro lado, para llevarte por el elevador de regreso a planta baja, junto con tus pertenencias si las hubo confiscadas. Escena Terminada.Sí, eres libre de. Yo tan pronto pueda iniciaré los hilos consiguientes a éste y te etiquetaré llegado el momento.
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