[Le Petit Theatre] No-vida y espectáculo (Abierta)

Como era de esperarse a horas tempranas de la noche había mucha gente, así como muchas obras nocturnas que ofrecer. Entrar no sería una dificultad, hacer la fila para la boletería quizás sí... Pero nada impedía que recorriese la ampliedad del Hall Principal mientras aguardaba algunos minutos a ser atendida, si es que desease presenciar alguna de las obras allí publicitadas.

También se veía algún que otro empleado de seguridad, relajados, ya que el ambiente era muy ameno. Si bien había gente, también lo había espacio de sobra. Era un sitio armonioso.

Una obra de tragedia en rima sería la que seguiría a continuación, y por la cartelera y precio parecía la escena principal de la noche. Puedes tomarte tu tiempo para acomodarte en tu asiento. Ves turistas y gente de clase alta por igual, entre las filas. Todo el juego de luces y la tramoya se veía de primera calidad, después de todo un ticket en Le Petit no era uno que pudiese pagarse a diario... ¿Pero usado correctamente? El material del teatro era incuestionable, pero juzgar su uso artístico podía representar todo otro mundo.

Puedes tirar Percepción o Inteligencia + Interpretación, a gusto. No tengas miedo en animarte a tirar, en el peor de los casos yo puedo corregir una tirada si resulta demasiado errónea.

La obra se veía... Muy dramática. Entretenida. A tal punto que logra distraerte y abstraerte bastante, de la postura tan crítica e imparcial que buscabas tener. Tuvo la suerte, o mala suerte, de ser un género de tu gusto. Quizás por eso pudiste haber omitido falencias finas en lo que se componía toda una obra teatral. No obstante, si bien bella, bien escrita y actuada, sientes que toda su ejecución podría ser... Mejorable. Pero no estás muy segura en qué. Sólo tienes esa sensación, además de un gusto muy dulce y satisfecho en tu boca, lo suficiente para ser entre las últimas en permanecer en su asiento conmovida.

En tu camino de regreso por los pasillos previos a los asientos del teatro, por otro lado, cruzas con una figura que te resulta muy difícil ignorar... Por alguna razón. Cuál imán para tus ojos, una bella y elegante mujer llama tu atención, si bien no estaba haciendo más que permanecer de pie aguardando y cediendo lugar a quiénes aún caminaban hacia la salida de la sala.

Nada más percibir la presencia de la mujer, de una forma casi cómica, Marlene gira la cabeza independientemente del cuerpo mientras sigue caminando hacia la salida de la sala. El auricular que se iba a poner, lo vuelve a guardar en el bolsillo de su pantalón, y se coloca de frente a la desconocida. Realiza un leve gesto de cabeza como gesto de respeto y le muestra una amplia sonrisa.

—No creo entender su metáfora, pero aun así es un grato placer conocerla —vuelve a saludar con la cabeza— Sea... quien sea —hace un cambio brusco muy extraño a una expresión entre la confusión y la sonrisa cortés del principio. No sabe por qué, pero una especie de incomodidad la empieza a invadir; aumentando esta cuanto más tiempo pasa en presencia de esta persona.

En cuanto escucha "Ancilla" reprime su gesto de sorpresa y hace una leve reverencia de cabeza.

—¡Oh, señora! Doblemente encantada de conocerla —echa un vistazo rápido tras de sí y alrededor, para cerciorarse de que no hay mortales husmeando y susurra, acercándose a Lucia solo lo estrictamente necesario:—Lo crea o no, mi pertenencia es distinta a la suya. Marlene. Eh, solo Marlene —vuelve a hacer un leve gesto con la cabeza— Acabo de llegar a la ciudad, por lo que ni ostento posición, ni conozco realmente a las ilustres figuras de esta colorida sociedad. Excepto la del Príncipe, por supuesto. Y alguna más. Supongo —Usualmente no solía vomitar tanta información de seguido, pero por alguna razón, la gente de cierta edad o experiencia, le hacía sentir con la necesidad de justificarse en todo momento. Y también perder algo de su etiqueta. Quizá se debiera a alguna experiencia pasada, o al encanto sobrenatural que emitía el conocer la cercanía de un Vástago al mítico Padre.

Marlene se adelanta casi sin pensarlo, en cuanto Lucia la invita al escenario. Nada más pisarlo, vuelve a sentirse como en casa, llegando a relajarse más que sentada en las butacas.

—Ah... desde luego es un alivio volver a sentir los focos en el rostro... —hace como que inspira, rescatando el gesto para teatralizar su sensación— Sobre mi pertenencia... —adopta una pose trágica— "¡Que la errática y eterna danza de necios sea la que conmueva al mundo, pues ni en las peores noches de nuestra vida seremos capaces de vencer nuestros miedos más primarios! —se ayuda de gestos dramáticos para hacer todo más conmovedor— ¡Retamos a los vivos incapaces a retorcer la realidad, buscar la verdad y nadar en sus contradicciones! Y si no la encuentran... que vengan a hablar con los danzantes..." — acaba con una posición encogida en el suelo del escenario, luego se recompone y se dirige a la Toreador, buscando su expresión— Por supuesto, sería más sencillo decir que soy del clan del Espejo, pero, ¿cómo dejar pasar la oportunidad? —pone una amplia sonrisa, esperando saber la opinión de Lucia.

—Lo cierto es que desde niña siempre he dedicado más tiempo a aprender en el campo de la música —inspecciona el interior del escenario, aprovechando que puede estar arriba— Ya sabe, todo lo necesario para componer. De hecho, llegué a estrenar en mi país alguna que otra pequeña obra o musical. Pero soy... bastante tiquismiquis con los detalles. Por eso me gusta dirigir personalmente mis orquestas —la vuelve a mirar, manteniendo su expresión cordial— Aun así tengo nociones en interpretación, aunque no sea de las mejores —atiende a la propuesta de Lucia y se sorprende con la oferta— Bueno, si se refiere al ambito del espectáculo, creo que tendremos acuerdo. Sin embargo, si va más por la moda, he de declinar la oferta. Aunque desde luego me halaga que vea en mí a alguien con capacidades, eh... ¿estéticas?

Marlene queda expectante, y cuando escucha la pregunta de Lucia, se le pasan mil cosas por su cabecita. No sabe si puede confiar de base en revelar su papel ante cualquiera que le pida credenciales, y quizá, con sus años como Vástaga, la experiencia le diga que calle y haga lo necesario para no levantar sospechas. Mantiene la compostura mientras piensa una respuesta, y valora las posibles intenciones de la Toreador en su forma de expresarse y lenguaje corporal.

Tirada de Percepción + Empatía para averiguar intenciones, gasto 1 punto de Fuerza de Voluntad (si no es posible llegar tan lejos como para saber hasta qué punto es una pregunta capciosa o de doble intención, como mínimo Marlene intentará discernir su actitud general para con ella y si le despierta alguna desconfianza): Rw_BcUIY7d107d10

—Oh, pues lo cierto es que no llevo ni una noche aquí, así que se puede decir que no llego a ser más que una "turista" —pone la mejor de sus expresiones inocentes— He tenido el placer de presentarme ante el Príncipe para darme a conocer oficialmente, pero inmediatamente después me he venido hasta aquí para empaparme del jolgorio neorleanés y su arte —apunta con los brazos abiertos al cielo, girándose para contemplar la sala desde el escenario.

Tirada de Manipulación + Subterfugio para mentirle a Lucia, gasto 1 punto de Fuerza de Voluntad: dT_WwtTS4d104d10

—Oh, pues realmente fue la recomendación de un conocido del mundillo del espectáculo —mientras habla se revisa los bolsillos para ver que tiene todo en su sitio— Iba a comenzar mi debut en América en Broadway, pero no me gustó demasiado el ambiente. Demasiado... mercantilizado. Así que me dijo este conocido que aquí abajo había auténtica pasión por la música y demás artes; que viniese y le diese una oportunidad, que lo intentara. ¡Y aquí estoy! —alza las manos adoptando una postura de exposición— Espero poder encajar por aquí, la verdad. Aunque la política no es realmente lo mío... quiero decir, soy mujer de entretenimiento. De luces, colores, notas musicales, mucho de notas musicales, sí, sí. Por otro lado, ¿no hay muchos de los "míos" por aquí verdad? Todavía no he sabido cómo sentirme: si decepcionada por la falta de representación, o entusiasmada por poder ejercer, en cierta forma al menos, de buen ejemplo.

—Comprendo... —mira al suelo con resignación— Aunque eso podría cambiar —levanta la mirada, mostrando un media sonrisa— No solo porque haya llegado, ¡no, no! Pero estoy segura de que, de ponernos de acuerdo, podríamos revivir el interés. Igual la curiosidad de tener una miembro del Espejo podría atraer la atención a nuestras sesiones. ¿Quién sabe? —sonríe mientras encoge los hombros— Ah, y no se preocupe, seguro que se fueron por cuestiones que se escapan al campo de lo racional. No que todos tuvieran justificaciones fuera de lugar, pero ya sabe, a veces no puedes evitar... irte.

Marlene echaría un vistazo hacia la entrada para fijarse en caso de que empezase otra sesión. No querría que por su culpa fueran a tener que retrasar nada.

—Dígame, ¿cree que tendría oportunidad de estrenar en este teatro? No es que crea que tengo el nivel como para ponerme a la par de nadie, pero... —Desde luego se creía muy capaz, pero la humildad vence al pensamiento. Quedaría a la espera de una respuesta, algo inquieta por la idea intrusiva de ser un estorbo en medio del escenario.

A pesar de la falta de seguridad, no podía evitar alegrarse al pensar que podría llegar a tener oportunidad de estrenarse en ese teatro. Solo el tiempo lo diría, pero ella seguía soñando despierta.

—Es comprensible, sí... ciertamente no todo el mundo puede tener las llaves del sitio y hacer como quiera sin antes constatar sus capacidades —se queda mirando a Lucia por un segundo, sin contestar— Y gracias por el voto de confianza. Mi interés está también en hacer de bien al dominio del Príncipe, mi clan y yo misma. En ese orden.

Evaluaría a la Vástaga conforme a lo último dicho, pero sin esmerarse demasiado. Luego guardaría silencio, dejando espacio para quizá cortar la conversación y seguir con su recorrido nocturno. O quizá volver al refugio y prepararse para el letargo diurno. Pero tampoco con intención de hacerle un feo a la mujer y quedar en mal lugar.