[La Casa del Príncipe] El Huésped (Diego)

- No, no mucho. Pero imagino que cualquiera en letargo es presa fácil para un asesino. - Se encoje de hombros, intentando justificar la excesiva seguridad del Príncipe. Pero así era él con todo. - Sólo los de su clan y Marcel tienen permiso para acceder. - Añade refiriéndose a su clan como un tercero, excluyendo a ambos dos de la posibilidad.

- Pero lo importante está aquí. Adelante, pasa y mira. - Cambiando de tema ansioso, abriéndote las puertas e incitándote a pasar dentro con él.

Tras las grandes puertas, había un gran salón privado de exposición. En sus paredes y muchos bastidores, había toda clase cuadros pintados, de distintos tamaños y estilos, decorando toda la sala. Pero todos tenían algo en común, y es que eran realmente bellos y llamativos incluso para el más ignorante en las nociones del arte.

Tampoco tardas mucho en notar un detalle algo peculiar. Si bien no es absoluto, la temática predominante en las obras parecen ser acerca de la noche, lo oscuro, y... El vampirismo. Desde la mitología hasta las nociones más modernas. También hay muchos retratos, de rostros de personas bellas y contemporáneas, pero con claros rasgos de no muerto. El principal y el cuál reconoces fácilmente, es un gran retrato del mismo Príncipe Marcel, el cuál no sólo logra captar su increíble presencia sino que exalta sus rasgos de vástago, retratándolo perfectamente como un vampiro moderno y claro.

También destacan algunas pinturas de ambientes urbanos, incluyendo edificios como la propia Mansión Guilbeau y el World Trade Center, pero con un contexto totalmente siniestro y barroco.

Josua, quien se mantiene estupefacto durante bastante tiempo admirando con pasión las mismas obras, tarda en reaccionar y contestarte.

- El autor. Gracias. - Apoyando la mano sobre su pecho, orgulloso, intentando no sonar demasiado arrogante al respecto.

- Veo que te gustó el retrato que hice de Marcel. Como costumbre, siempre he retratado a todos los huéspedes de nuestra Casa. Por aquí puedes ver a Christopher... Anthony... Marie... - Te va mostrando a medida que recorre, los retratos de distintas personas, todos con claros rasgos vampíricos. Se detiene en un pequeño espacio entre cuadros. - Y aquí podría poner el tuyo, si lo deseas. - Te ofrece sonriente.

Mientras siguen hablando, puedes hacer una tirada de Percepción + Interpretación a Dificultad Alta, para intentar comprender lo que buscas a través de los cuadros de Marcel y los demás vástagos.

Diego es bastante observador, pero sobretodo demuestra saber bastante de arte y sus formas de evocar sensaciones, mensajes, a través del lenguaje gráfico del lienzo.

La pintura de Marcel está retratada como si fuese el retrato de un prócer. Exalta su figura, su postura, su firmeza, como si fuese un héroe o un gran líder, un parangón que representa el ejemplar ideal a seguir para el vampirismo, o quizás el clan.

El cuadro del mencionado Christopher, pintado con trazos fuertes y duros, y una saturación muy baja de color, lo muestra como un hombre bastante firme, serio, totalmente racional y para nada emotivo. Aún así, su persona parece ser bastante bella, rubio de ojos celestes y bastante ancho de espalda, casi como su Sire.

Ésto contrasta mucho con la imagen de Anthony, quien parece ser un sujeto bastante delgado y pequeño, de apariencia imperfecta, pero que expresa mucho color, un gran sentimentalismo y santidad. Como si fuese un líder benévolo, generoso y apasionado.

Por último, la pintura de Marie... Era realmente bella, quizás de las que más tiempo le dedicó el artista. Expresaba deseo y pasión, casi que ambición, por lo potente de su mirada y el valor de sus casi amarillos ojos.

- Hay varios de los presentes que no tuve el gusto de conocer. Pero es un trabajo impresionante, sus pinturas hablan. - le digo más literalmente de lo que el piensa, seguramente. Luego me volteo a verlo nuevamente.

- Supongo que sus obras no se consideran aptas para el público mortal, por razones de seguridad. Es una pena, pero aceptaré el cuadro. Sólo le pido que tenga paciencia, tengo un trabajo que cumplir en esta ciudad y se espera mucho de mi. - le comento a Josua, que se veía motivado con la idea de añadir una nueva pintura a su colección. 

- Disculpe, ¿conoce usted algún vástago con el nombre de Jenny? - inquirí, ya que las caras nuevas en los cuadros me refrescaron la memoria. Todavía tenía grandes dudas con ese encuentro tras mi presentación, que no se había dado por casualidad.

Lo haré. - asiento con sencillez. 

- No lo sé, creo que dijo que era del clan Malkavian, pero no estoy seguro. Muchos nombres y clanes para tan pocas horas en la ciudad. ¿Este Michael es conocido tuyo? La muchacha hizo muchas preguntas, encontré su trato poco cordial. - te cuento, alterando unos por menores del relato para llegar a la verdad. Dejo en claro con mi mirada que esto último de que una nueva me interrogue no es de mi agrado. 

- Así es, veo que tienes buen ojo para esto, ¿seguro que no quieres unirte al equipo? A la oficina le vendría bien un poco de buen gusto, para variar. - comento en tono de broma, pero quería ver si ponía cara de asustado. 

- Hablando seriamente, espero hacer un buen trabajo para mantener esta ciudad segura. - te digo con convicción y una mirada férrea. Sin aclarar a quien protegeré de quien.

Off: pasaría ocasionalmente, un rato en mis horas libres en la semana que me hospede en este lugar.

Así que mis suposiciones fueron acertadas. Me alegré al ver que mi tiempo con Nolan no me había oxidado, todavía tenía buen olfato. 

- Entiendo. Yo también soy muy joven, como vástago, pero mi forma de ser y la edad a la que nos abrazaron es muy diferente. - te digo haciendo un gesto con la mano, para que te despreocupes. Sólo quería cerciorarme de que no fuera una espía, ahora se que al menos es de la Camarilla. 

- Bueno, creo que ya es hora de que me vaya, tengo un asunto que atender. Pasaré cuando tenga oportunidad, por lo del cuadro. - ya cerrando el tema, me excuso para retirarme. Necesitaba ver a Christopher lo antes posible.

Eres libre de retirarte y recorrer la mansión así como sus alrededores, tras despedirte de Josua. Tu asistente temporal estaría mudando tus pertenencias ahora mismo, y aunque para Josua lo único bueno de la casa estaba en su sala de arte, el hogar era enorme para recorrer.

Ahora que sabe como luce, si Diego desea dar algunas vueltas por el lujoso refugio comunal, podría reconocer a la figura de Anthony frecuentando sus interiores. Es un sujeto bajito y bastante flacucho, pero muy bien vestido y de gestos muy elegantes. Su figura no es tan bella como la que transmitía la obra del Toreador, no obstante.

Él no te reconocería, por otro lado. Se lo suele ver bastante ocupado y preocupado, y tu aspecto humano no ayuda a identificarte como vástago, así que también puedes mantener tu perfil bajo si lo deseas.