[Algiers] Noche Brumosa... (Cerrado)

 Había sido un descuido de su parte salir sin paraguas esa noche. Pero para su suerte el sobretodo negro que llevaba lo protegía de la lluvia. Regresaba de una visita fugas a la biblioteca, habia libros que no poseía que lo obligaba a frecuentar a dicho establecimiento.

Volvía sin prisa a su refugio, por lo que decidió tomar un desvió y caminar por una de las calles que bordeaba el rió. La bruma espesa, la ausencia de mortales, le dejaba sentir ciertas notas de soledad pero también de tranquilidad, incluso a pesar del clima adverso. 

La noche era tranquila, silenciosa... Incluso aunque la bruma no dejase distinguir más que una silueta uno del otro, no fue muy difícil para ninguno escuchar una serie de rápidos y desesperados pasos, primero muy suavemente pero gradualmente más fuertes. El sonido del salpicar de las calles mojadas intensificada aún más el ruido, de alguien que parecía acercarse corriendo tan rápido como lo permitía una noche de llovizna para evitar tropiezos.

Finalmente su silueta se hace visible, y luego su imagen clara, para ti Diego. Un hombre de unos veintitantos y un metro setenta, con su negro cabella y camisa totalmente mojadas, se acerca trotando torpemente hacia ti. Se lo ve totalmente agitado y desesperado, podría decirse que casi en pánico. Pero más llamaban la atención sus extravagantes y brillantes ojos rojos, que recordaban mucho a los de Gary aquella noche en las alcantarillas.

- Tú... ¡Tú! Te he visto... Sí, tú... Tú también estabas allí. Debes ayudarme ¡Por favor! - Comienza casi a delirar desesperado, entre recuerdos y falta de aire, como si te reconociese, hasta tomándote de la camisa si no es que le impides acercarse tanto. - ¡Lo he visto! ¡Moriré esta noche, por favor! - Continúa casi frenético, el miedo apoderado de su razón.

Trevor, si bien puede que distingas o no las siluetas de Diego y el hombre aterrado, su voz es suficientemente fuerte y clara para ti. Y el brillo de sus ojos, también.

Tal vez sea la ligera neblina de fondo, el clima algo molesto o la agitación del pobre sujeto, pero no eres capaz de distinguir ningún tono concreto en ninguno de los dos sujetos. Sus auras te resultan muy confusas como para terminar de comprenderlas. Evidentemente es un don que adquiriste muy recientemente y aún no logras dominar del todo.

El sujeto, ante tu orden mental, comienza a dar un par de mecánicos parpadeos hasta que cierra sus ojos con fuerza, y vuelve a abrirlos para mostrar unos verdes ojos que, al estar cara a cara, puedes notar que poseen una iris ovalada como la de un felino.

- He... He visto la noche en que iba a morir. Era en este lugar... Tú, tú estabas presente y también otro sujeto... Otro como... Como él... - Intenta contarte con un pobre autocontrol, agitado, a medida que intenta explicarte y finalmente voltea para ver, casi estupefacto, la imagen de Trevor. No parecían haber más testigos en ese momento.

- Es hoy... ¡Es hoy! Tienen que ayudarme, por favor. - Implora sin vergüenza a ambos, quién no parecía verse capaz de mantener la calma en medio de un clima tan tranquilo y solitario.

Trevor relaja la postura ante la respuesta de Diego, alguien que manejase ese tipo de información no podía ser mortal. Intentando compaginar lo que el vástago le decía con el conocimiento esotérico que poseía respondió.
_Así es, me llamo Trevor...y tu eres...-hizo una pausa, sin embargo la ruptura de la mascarada de su compañero le hizo pensar que las presentaciones podían esperar.
_Vale puede esperar, déjame mirarlo con deteniendo- dijo mientras observaba a los ojos para ver si no estaba drogado.
Luego dirigiéndose a Diego le dijo:
_A menos que no este colado con alguna droga o sea un Malkavian en un mal viaje, por lo que me cuentas, este tío acaba de tener una premonición de su propia muerte...¿acaso posee clarividencia?-pregunto con seriedad, pues si quitaba el tema de la droga y el trastorno mental, ningún vástago se arriesgaría a romper la mascarada si no era algo de vida o muerte, y éste vástago estaba convencido de aquello.

Tiro leer el aura nuevamente para ver si no aparecen razgos que me indiquen que padece un trastorno mental. 

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Trevor chasqueo su lengua, aquel vástago o era un Caitiff, quizás un sangre débil, y aquel quien seguramente le iba a dar caza era el Sheriff o el Azote.
_Vale tranquilízate...¿cuando y donde te convirtieron, sabes quien lo hizo?-pregunto, pues si había un vástago irresponsable que creaba progenie dentro de la ciudad sin autorización del Príncipe debía ser llevado a la justicia. Por los ojos sospechaba que fuese Gangrel, puesto que la maldición de la sangre les hacia adquirir rasgos animales tras sufrir un frenesí. 

El vástago recibe el golpe sin ofrecer mucha resistencia, teniendo un efecto temporal antes de recibir el de los poderes de Diego.

- Fue... Fue en Santa Mónica. Hace 5 años. Mi novio, Jay. Él me convirtió. - Responde de manera casi obligada e inevitablemente con un tono neutral, ante los fuertes efectos de la Dominación. Luego, permanece unos segundos estupefacto.

Trevor siente cierta tranquilidad al escuchar la respuesta del Caitiff, ahora podía concentrarse en lo segundo, y mientras espera la respuesta del desquiciado a la pregunta de Diego, utiliza sus dones de la sangre para expandir sus sentidos, observando y escuchando a su alrededor con atención. 

Utilizo Auspex para cerciorarme que estamos solo los 3. 

Per+alerta
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Aquello no me decía nada, su relato era muy vago y tal vez sólo un delirio místico del vástago. Sin sacar nada en claro, decidí sacar mi celular y enviar un texto notificando la situación, en caso de que sucediera algo. Quizás Meyer quisiera verlo en persona o ponerlo a salvo. 

- Enviaré un mensaje a Meyer, podríamos esperar un momento o acompañarte a tu refugio, pero no parece que nada vaya a sucederte, hombre. - le digo al loquillo antes de comenzar a escribir.


Si nadie me interrumpe...

- Jefe, encontramos a uno de los nuestros que ha visto su muerte en alguna especie de visión poco clara, llamando demasiado la atención. Logramos calmarlo, aguardo instrucciones. - escribiría a Meyer.

Trevor escucha de soslayo la palabra Mayer. Sin embargo estaba concentrado en el sonido de aquel vehículo.
_Se acerca un vehículo grande... esta a unos minutos pero estamos en su trayectoria, quizás seria bueno movernos rápido de aquí-se expreso tratando de no sonar nervioso pero ciertamente serio. 

- E... ¿El Eliseo? - Tartamudea por unos segundos, algo estupefacto. Parecía mucha información de golpe aquella, entre el Alguacil y el vehículo.

- Bueno... E-Está bien. Mi nombre es Jacob. - Se presenta, algo expectante, esperando a ver qué movimiento hacían tras aquella sugerencia de esconderse.

Pueden hacer una tirada de Astucia + Supervivencia para esconderse o apartarse lo suficiente en la dirección apropiada, y evitar que alguien los siguiese si fuese el caso.