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Post by McKenzie on May 20, 2019 18:47:30 GMT -3
Por un momento dudé en si llevar el coche para allí, había mirado el plano y había parking pero luego pasa que la máquina del ticket está perdida por el edificio y siempre hay gente que malinterpreta mal las búsquedas. Ya me pasó en un parking en Dallas, lo había dejado en los bajos de un edificio que tenía hasta gimnasio en la última planta, lo cierto es que me entretuve en las plantas intermedias creo que alguna conferencia me había llamado la atención y cuando bajé a por el coche tuve problemas con la barrera. Así que volví al edificio a la caza de la maldita máquina de tarificación y tardé en encontrarla. Tanto tardé que uno de los guardias se puso nervioso y acabó llamando a la policía. No veas, qué prisas tuve que recoger las cosas valiosas del maletero antes de que los perros, los guardias, abrieran el coche. Así que sí, perdí un coche.
Total que, no llevo coche. Vamos a ver dónde estoy uhmm Warehouse y a dónde voy a mmmm Downtown y allí... edificio con torres... WTC vale. La caza me ha abierto el apetito pero no me han crecido las piernas, así que, iré en Metro (ofuscada).
Si no me hubiera quedando mirando a unos chicos que estaban tocando bastante bien habría llegado para coger el metro, en fin, tendré que esperar. Haciendo tiempo me he recorrido el pasillo entero, 10 veces. Por fin ha aparecido otro convoy, bien, perfecto, para adentro.
No es precisamente un coche de diamantes pero me desplazo sin gastar suela. Práctico. Quizás hay demasiada luz, este vagón parece una discoteca, ¡cuánto gasto, hay que economizar!
No sé qué está pasando en el vagón de delante, hay mucha gente, mi curiosidad me provoca, iré detrás de éstos que van a pasar para ahí... Hay gente haciendo fotos a algo que hay en el suelo, pero qué co... Ostia!! un tiburón!!
Hay que ver, me entra la duda de si no han limpiado desde el Katryna o es alguien que lo ha tirado para hacer la broma. Parece que está fumando...
Me quedaría más tiempo pero me bajo ya en ésta. Adiós amigo tiburón, no muerdas mucho juas juas.
Vaya, creí que me iba a dejar más cerca. He tenido que patear como medio kilómetro hasta encontrar el complejo éste de las torres "wtc", la verdad que el edificio es alto, quizás el príncipe pueda pasear de día a la sombra de su torre, quizás no haya mucha sombra porque a ver, ¿el sol sale por ahí o por allí? Vaya, ahora no me acuerdo. Bueno da igual, no me voy a quedar aquí, tengo una cita ssss chumbala-cachumbala.
Qué nervios, voy cantando para tranquilizarme una canción en bajo:
canción que voy tarareando una vez que he salido de la ofuscación en el interior del WTC:
Uso Disciplina de Ofuscación nivel 3 (mil caras: Manipulación 3 + Interpretación 3 dif 7) para generar durante 1 escena una máscara humana
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Voy con la ropa habitual: cazadora negra de cuero, sudadera con capucha (puesta), jeans, bandolera, guantes, botas, etc.
Y espero en el despacho a que el Príncipe aparezca o diga algo.
Foto
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Zero
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Post by Zero on May 20, 2019 19:55:47 GMT -3
Tu transformación parece haber resultado perfecta, pues nadie te mira raro cuando atravesaste las puertas del edificio. La planta baja, como era habitual, estaba inundada de gente, empleados, inversores, guardias privados. Mucho movimiento, pero muy bien controlado. Se podía observar prácticamente todo allí, pocos eran los elementos estructurales que interrumpían la visión del enorme espacio.
Difícil era determinar a donde dirigirse, más allá del par de recepcionistas aguardando en una mesa en el centro de todo, dispuestas a recibirte.
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Post by McKenzie on May 21, 2019 13:09:58 GMT -3
Me acerco hacia ellas... Sí, hola, sí, aquí (mano saludando) ...Yo... Estoy buscando al señor Marcel, repito: Maaarrrceeelll, tengo cita con él y en ese pedazo de panel que tenéis a modo informativo no lo veo. ¿Podrías decirme si estoy en su agenda? Gra-ciasss.
Mira bien: Alex McKenzie.
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Zero
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Post by Zero on May 21, 2019 13:57:46 GMT -3
La chica, algo perpleja con tu prepotente actitud, trata de poner su mejor cara y mantener su actitud profesional. - A ver... Aguarde un momento por favor. - Mientras busca en su tablet, busca y busca hasta dar con la agenda que tiene tu nombre, y el de Marcel. La lee un poco extrañada. - Bueno... Supongo que debe ser usted. - Concluye algo insegura, mirándote a ti, luego la pantalla, luego a ti de vuelta. - Ehm... Le diré a uno de nuestros hombres que lo guíe. Que tenga una buena noche. - Te despide con una falsa sonrisa, al momento que se acerca uno de los agentes de seguridad, alto y ancho como de todo guardia se espera, trajeado y duro como una estatua. Él, te hace una seña con su mano indicando que la sigas, y en silencio, te conduce a una cabina vidriada y opaca, donde te palpea y revisa muy profesionalmente en busca de cualquier arma escondida entre tus ropas. Si llevabas alguna, las confiscaría. No parece alterarse en absoluto ante cualquier diferencia entre tu aspecto ilusorio y el real por medio del tacto. Acto seguido, y si no presentabas problemas con el protocolo, te llevaría hasta el interior de un elevador. Hasta la última planta. Allí, una gran y vacía sala de espera era lo único que los recibiría, y una gran puerta doble al fondo. Nadie te llama del otro lado, pero es tu escolta quien con un gesto en extensión de su brazo, te indicaría que pases. Él, ya se quedaría esperando ahí. Si es posible trata de usar otro color o una fuente en negrita para los diálogos, así ayuda a distinguirlos de la narración y evitamos confusiones.
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Post by McKenzie on May 22, 2019 7:03:31 GMT -3
A la recepcionista:
- "Muchas gracias, bonita".
En la cabina de seguridad:- "No llevo ese tipo de armas encima; no soy tan superficial ¿sabes? no en este momento".
En el ascensor:
- "Tenéis que poner música, así está demasiado ñoño, pero pones una melodía estilo Lady Ga-ga y ya no hay que mantener esa pose de tipo duro o invitado abrumado por las circunstancias. O la última de Timberlake, tampoco me opongo pero este silencio es aburrido, muy aburrido. Así, sólo se me ocurren escenas de sexo y sinceramente con ese traje no me pones nada. Por un momento, antes cuando me registraste pensé que me ibas a apretar un poco más los pechos o el culo, pero nada, no sentí nada, ninguna emoción... y mira que me había imaginado cosas cuando te acercaste al mostrador. En fin..."
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Zero
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Post by Zero on May 23, 2019 2:18:39 GMT -3
Tu escolta, mudo e inalterable como todo un profesional, ni gira su cabeza ante tus largos y animados comentarios. Era como hablarle a una pared. Mas, las cuatro paredes que te esperaban tras la puerta doble, eran ni más ni menos que el receptáculo donde aguardaba la sublime figura del Príncipe. Una sala enorme, alta, y prácticamente ininterrumpida. Un espacio amplio y puro, que no permitía apreciar más que la belleza de la misma figura de su Alteza, aguardándote de pie detrás de un gran mirador a la ciudad nocturna.
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Zero
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Post by Zero on May 23, 2019 2:18:48 GMT -3
De cerca, notas que es un hombre realmente alto, poco más de dos metros, gran musculatura y tamaño. Su presencia es tan bella y fuerte, que una mera mirada o postura, impone un respeto y una conmoción que probablemente no hayas experimentado con ninguna otra persona o vástago antes. Incluso aunque era la primera vez que lo veías, no cabía duda en tu mente que estabas frente a un verdadero líder. Su piel, por otro lado, denotaba un tono pálido, denotando su condición vampírica y ligeramente inhumana.
- Bienvenida, señorita McKeinze. Puede ponerse de pie. - Te recibe, con nobleza y elegancia, aceptando tu reverencia.
- Agradezco que haya ofuscado su apariencia, para presentarse dentro del Eliseo. Espero que no haya experimentado mayores problemas, durante su ingreso a la ciudad...? - Son sus primeras palabras de recibimiento, estableciendo aquello con un ligero tono interrogativo, pero serio, esperando una respuesta claramente satisfactoria de tu parte.
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Post by McKenzie on May 23, 2019 9:33:31 GMT -3
Me pongo de pie y le agradezco la bienvenida y la recepción. - "Sinceramente no he tenido problemas al llegar a la ciudad, tampoco los he buscado. Y ciertamente, me ha parecido sensato ofuscar mi apariencia en arras de mantener la mascarada y evitarle a usted, así como a los demás cainitas de la ciudad problemas, al fin y al cabo, hay que cumplir las normas de la Camarilla".
-"¿Le puedo preguntar acerca de la situación de mi clan en la ciudad, así como lugares que debo de evitar o por cuáles puedo cazar?" Así mismo, le comento cuando se de la ocasión, que tengo mi guarida en el distrito de Warehouse y gente con la que tratar en Bywater.
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Zero
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Post by Zero on May 23, 2019 23:46:01 GMT -3
- Su clan goza de una buena reputación... Siempre y cuando usted entienda a no adelantarse, y comprender su posición actual. - Dice con un tono serio a modo de regaño. Su mirada era intensa, cual juez. Uno muy poderoso y antiguo, sin duda. Recién lo conocías, pero el poder de su figura era innegable, y muy difícil de ignorar.
- Dígame, primero, McKeinze ¿Es usted consciente de todas nuestras sagradas Tradiciones? - Te interroga, generando un clima tenso como toda entrevista, en la que no sólo te jugabas tu puesto de trabajo, sino tu estadía en la ciudad.
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Post by McKenzie on May 24, 2019 12:02:20 GMT -3
- Cre-o que sí (lo digo en tono tembloroso y con cierto apuro), las tradiciones de la Camarilla son: La Primera Tradición: La Mascarada. Por la que no se puede revelar tu verdadera naturaleza a los que no sean de tu misma sangre. De hacerlo se renunciaría a los derechos de sangre. La Segunda Tradición: El Dominio. Es responsabilidad de cada cainita proteger su dominio. Todos los demás te deben respeto cuando se encuentren en él. Nadie puede desafiar tu palabra en tu dominio. Tercera Tradición: La Progenie. Solo abrazarás con el permiso de tu antiguo. Si creas a otro sin permiso, tanto tú como tu Progenie seréis ejecutados. Cuarta Tradición: La Responsabilidad. Aquellos a los que creas que son tus propios chiquillos estarán a tus órdenes en todo y sus pecados serán tu carga. Quinta Tradición: La Hospitalidad. Honra el dominio ajeno. Cuando llegues a una ciudad extraña deberás de presentarte ante quien la gobierne. Sin su aceptación no eres nadie. Y por último la Sexta Tradición: La Eliminación. Tienes prohibido destruir a otro de tu especie. El derecho de inmolación corresponde sólo a tu antiguo. Sólo los más antiguos pueden declarar la Caza De Sangre.
- Señor Marcel, tengo una duda con respecto a la segunda y la sexta tradición, si otro vástago entrara en mi dominio con malas intenciones y sin contar con mi autorización y me tuviera que defender, podría apelar a aplicar la sexta tradición como defensa cuando mi supervivencia esté en juego? Espero no llegar a ese extremo pero me gustaría saber si puedo defenderme
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Zero
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Post by Zero on May 24, 2019 16:50:22 GMT -3
- Tener un Dominio reconocido como tal en la ciudad implica poseer una jerarquía y gobierno dentro de un sector de la ciudad. Dudo que un neonato como usted tenga derecho siquiera a un centímetro de la misma, ya que ni siquiera nuestros miembros más Antiguos se han visto en la necesidad de reclamar algún Dominio dentro de Nueva Orleans. Toda la ciudad se encuentra bajo el Dominio de mi Principado, y así permanecerá mientras viva, por el bien de todos los vástagos. - Te explica con seriedad, percatándose de tu juventud y necesidad de cierta educación. Esperaba no volvieses a confundir tal cosa como Dominio como una mera propiedad privada o un refugio. Su voz imponía grandeza, pero también gran respeto.
- Y sin importar el motivo, usted no tiene derecho a darle fin a la vida de ningún vástago. Hágalo y será asesinada en el acto. - Sentencia, por si era necesaria dicha aclaración.
- Dígame ¿He sido claro? - Finaliza, con una pregunta cuyo tono recuperaba su calma, elegancia y comprensión digna de un noble.
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Post by McKenzie on May 24, 2019 20:56:49 GMT -3
Sí, ha quedado claro, las 6 tradiciones se han de cumplir. ¿Alguna otra cuestión más que tenga que cumplir con respecto a su dominio, Príncipe Guilbeau?
Mantengo una actitud respetuosa y de total sumisión (que se note en los gestos)
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Zero
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Post by Zero on May 25, 2019 2:44:07 GMT -3
- Existen unas normas particulares en nuestra ciudad, sí. Está estrictamente prohibido alimentarse dentro de los límites legales de Gentilly, así como de cualquier miembro del clero o la policía en toda la ciudad. Sin. Excepciones. - Responde, dejando en claro que tal ley sería tan enforzada como la segunda tradición.
Posteriormente, comienza a dar unos lentos pasos al costado. Ambos brazos entrelazados a su espalda, mostrando un ámbito más pensativo y rompiendo un poco la tensión que se había generado.
- También le sugiero que mantenga las distancias con todos las reservas verdes de la ciudad, y sobretodo sus exteriores. Se trata de territorio ajeno, perteneciente a los Lupinos. Y si sobrepasa estos límites, poco es lo que podremos hacer dentro de nuestro poder para protegerla. - Te cuenta, hablando de manera más casual y elegante, demostrando su lado más noble. Aunque sugerencia, era más bien una ley de supervivencia para un neonato.
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Post by McKenzie on May 25, 2019 13:13:33 GMT -3
- Entendido, nada de cazar en Gentilly, evitar las zonas boscosas y parques porque puede haber lupinos y nada de curas ni polis. Bien, lo tendré en cuenta. ¿Alguna cosa más, señor Guilbeau?
Me encuentro deseosa de dar por terminada la presentación, tengo unas ganas de salir por la puerta y dejar atrás este edificio... que no veo... de la emoción; aún así, aparento tranquilidad, sosiego, vamos que, procuro mantener las apariencias con el Príncipe.
Se da la casualidad de que precisamente he cazado en el distrito prohibido, pero como esa información no me constaba previamente entiendo que no tendría culpa. Evidentemente esta información me la callo y la oculto bien. Porque veo al Príncipe un tanto intransigente, no es buena idea entrar en conflicto ni alargar esta entrevista.
¿Me puedo ya retirar, con su permiso?
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Zero
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Post by Zero on May 25, 2019 21:23:43 GMT -3
- Veo que está apresurada en retirarse, señorita McKeinze. Mas no recuerdo haberle dado aún mi bendición, para permanecer en mi Dominio. - Responde su alteza, en pos de detener tus apresuradas intenciones. Sus palabras eran muy magnéticas, pero cuando lo quería, también eran igual de imponentes.
- Pocos son los vástagos que se les permite el ingreso a nuestra noble ciudad, y es aún menor la cantidad de privilegiados a quienes se les permite quedarse indefinidamente. Me parece que usted subestima tal permiso, y pocos son los esfuerzos que noto en su persona, para convencerme de que es un neonato digno de obtenerlo y capaz de saldar la gran deuda que su estadía conllevaría. - Habla con firmeza y en un tono alto y noble, mas sus palabras insinuaban otra cosa. Recibirte no era una obligación del Príncipe. Mas servirle y demostrar lealtad era una de las tuyas.
La palabra ahora era tuya, y si bien no te está obligando de manera explícita a ofrecer tus servicios, sus rígidas políticas de admisión te dejaba entre la espada y la pared.
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Post by McKenzie on May 26, 2019 10:23:19 GMT -3
- Póngame a prueba, ¿qué he de hacer para merecer ser digna de ese privilegio? Acabo de llegar a su ciudad y seguro que ha pensado en algo en que puedo serle de ayuda. ¿Quiere oídos, ojos en algún lugar? ¿Necesita que le haga algún trabajo desagradable? Pida, usted es el Príncipe.
¿Quiere que le traiga a alguien o que lo encuentre? Usted es el Príncipe, usted manda aquí, es su dominio, es su ciudad. Ya ha visto mis dotes para aparentar ser otra persona, para usar máscara, como un camaleón.
Está siendo pragmática.
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Zero
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Post by Zero on May 26, 2019 22:02:10 GMT -3
El Príncipe te escucha y medita acerca de tus palabras. Sus ojos te observan con perspicacia, y cierta desconfianza. Su expresión, aún mostraba dureza. El silencio se apodera de la gran sala por unos cortos, pero a la vez eternos momentos.
- Muy bien... No soy ignorante la fama que posee su Clan, y asumo que usted no es un ejemplar que representa la excepción a la misma. Si desea una prueba, con gusto se la otorgaré. Pero sepa, ésta conllevará la obligación de cierto secretismo y responsabilidad de su parte. Y no toleraremos fallas. - Plantea Marcel, como toda sentencia llevaba a cabo por un juez.
- Demuestre buenos resultados, por otro lado, y se le permitirá gozar de todos los beneficios que Nueva Orleans y este Principado puedan ofrecerle, y mucho más. - Añade tras su duro comentario, con palabras de grandeza y generosidad, ahora.
- ¿Le parece justo, señorita McKeinze? - Pregunta, a modo de establecer un acuerdo. Por supuesto, era una pregunta retórica. Prácticamente no podías negarte a la voluntad del Príncipe, si querías permanecer en su Dominio.
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Post by McKenzie on May 27, 2019 6:47:34 GMT -3
- Sea.
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Zero
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Post by Zero on May 27, 2019 22:38:12 GMT -3
El Príncipe se mantuvo en silencio un momento. Quizás no esperaba una respuesta tan breve de parte de un neonato que hasta ahora se mostraba por demás hablador. Y no iba a dañar sus modales interrumpiéndolo. Pero al ver que esa fue toda tu aceptación, continúa.
- Se reportará ante mis chiquillos, Anthony y Christopher, cuando éstos le llamen, y seguirá sus instrucciones al pie de la letra. Hasta entonces, es libre de permanecer en Nueva Orleans y, si no tiene más dudas... Es libre de retirarse. - Sentencia, por fin dando su bendición y permitiendo tu salida.
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Post by McKenzie on May 28, 2019 11:04:44 GMT -3
- Perfecto, estaré atenta a sus chiquillos. Un placer (me despido saliendo por la puerta).
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